Luis Díaz tiene con la cara larga a los hinchas del Liverpool tras el partido ante el Bournemouth

Con los ojos de media Colombia encima, el Liverpool continúa su camino en la lucha por el título de la Premier League tras una sólida victoria 0-2 ante el Bournemouth en el Vitality Stadium. A pesar del triunfo, el rendimiento de Luis Díaz sigue siendo motivo de debate entre la hinchada 'Red', ya que el colombiano acumula siete partidos sin marcar y solo ha anotado dos veces en los últimos 16 encuentros.

Esto debido a que el entrenador Arne Slot volvió a utilizarlo en una posición que ha generado dudas: arrancó como delantero centro y luego se desplazó a su habitual rol de extremo izquierdo. Esta decisión sigue siendo objeto de críticas, ya que el colombiano no ha logrado ser determinante en ataque, y su última asistencia se remonta a más de 20 partidos atrás.

Ya hablando del trámite del partido, es importante mencionar Luis Díaz tuvo una primera mitad discreta, sin opciones claras ni incidencia en el juego ofensivo del equipo. Sin embargo, al minuto 30, un penal sobre Cody Gakpo le dio la oportunidad a Mohamed Salah de abrir el marcador. 

En la segunda mitad, el Liverpool controló el juego con la ventaja en el marcador, aunque sin la fluidez ofensiva de otros partidos. Bournemouth intentó empatar, pero careció de profundidad y efectividad. Arne Slot movió el banco y al minuto 70 ingresó Darwin Núñez, lo que llevó a Luis Díaz a la banda izquierda.

Sin embargo, 'al Cesar lo que es del Cesar', pues apenas cuatro minutos después, el colombiano inició la jugada del segundo gol con un pase a Curtis Jones, quien asistió a Salah para que el egipcio clavara el balón en el ángulo y sentenciara el partido.

Con este resultado, Liverpool mantiene el liderato con 56 puntos, nueve más que el Arsenal. No obstante, la hinchada sigue cuestionando el rendimiento de Luis Díaz y su posición en el esquema táctico de Slot. Su próximo desafío será la vuelta de la semifinal de la Carabao Cup ante Tottenham, donde el colombiano buscará romper su sequía y recuperar la confianza de los aficionados.