Luis Díaz y Darwin Núñez se jugaron un partidazo previo a su encuentro de eliminatorias

Este domingo Colombia madrugó para ver el encuentro entre el Brighton y el Liverpool, válido por la octava fecha de la Premier League y cuyo escenario fue el estadio American Express Community Stadium, hogar de las Gaviotas, que vienen de perder por goleada ante el Aston Villa de Unai Emery en la pasada fecha, y de un empate ante el Olympique de Marsella por la Europa League.

En frente estaba un Liverpool tocado por la polémica actuación del árbitro en el encuentro ante el Tottenham de la séptima fecha, que incluyó un gol del colombiano Luis Díaz, mal anulado por el colegiado, debido a un supuesto fuera de lugar que, se confirmó después, nunca existió. Así, los de Klopp saltaron al terreno de juego, buscando recuperar el terreno perdido en Londres.

Lucho Díaz y Darwin Núñez, que seguramente se encontrarán este jueves en Barranquilla, cada uno con la camiseta de su respectiva selección, hicieron parte del once titular de Klopp, con el uruguayo como referencia de ataque y el colombiano abierto por zona izquierda, dando juego interior, pero también retrocediendo cuando hiciera falta.

De hecho la labor de sacrificio tanto del colombiano como del uruguayo, e incluso del mismo Mohammed Salah, se veía cada vez que el equipo local avanzaba en búsqueda de la apertura del marcador. Pero entonces, tras un grave error de comunicación en la saga de los Reds, vino el primer gol de las gaviotas, a través de Simon Adingra.

Veinte minutos después vino el empate de la visita, luego de una gran jugada colectiva que comenzó el húngaro Dominik Szoboszlai con un balón que pasó por Luis Díaz y Mohammed Salah y que terminó en los pies de Darwin Núñez quien venció a Bart Verbruggen, poniendo el 1 a 1 parcial, en el cierre de la primera mitad.

Cinco minutos después, en una jugada de peligro en el área de los dirigidos por Roberto de Zerbi, el egipcio fue derribado en el área y a continuación, tras la revisión respectiva del VAR, el central señaló el punto blanco de penal, cobro que el mismo Salah se encargó de convertir en gol para poner a ganar a los suyos, antes del final de la primera mitad.

El segundo tiempo fue intenso y con llegadas de ambos bandos. Pero, cuando parecía que Liverpool se iba con todo por el tercero, para bajarle la persiana al encuentro, apareció un tiro libre para el local que cobró Solly March y terminó metiendo Lewis Dunk para el empate definitivo entre rojos y blanquiazules.