Medellín y la polémica en Sudamericana: Una mano no pitada y una expulsión, condenan al poderoso

El estadio Atanasio Girardot se vistió de rojo, para el encuentro en el que el Deportivo Independiente Medellín se midió al argentino San Lorenzo, por los play – off de la Copa Sudamericana, en una fase intermedia entre la fase de grupos y los octavos de final, a los que accederá el vencedor de esta serie, que tendrá también su respectivo capítulo en el Nuevo Gasómetro, la casa de ‘Los Cuervos’.

El primer tiempo estuvo atravesado por la polémica y las decisiones arbitrales concluyentes, que a la postre cambiarían el rumbo del partido, específicamente de los dirigidos por Alfredo Arias, uruguayo recién llegado al banco del Poderoso, que intentará continuar su participación en torneo continental, siendo el único colombiano en este campeonato.

Sobre 20 minutos ocurrió la primera jugada, y se dio tras una pelota quieta que terminó rechazando un jugador del equipo argentino, que en la repetición se vio claramente como un golpe en su mano derecha, que además no estaba en una posición natural. Sin embargo, el VAR revisó y, desde su modo de ver, la jugada no ameritaba nada que pudiera reclamarse a favor del equipo local.

Apenas 5 minutos después, una fuerte patada de Edwin Cetré, el mejor del rojo de la montaña hasta ese momento, significó la roja para el jugador y la sorpresa y evidente frustración del entrenador uruguayo, que no daba crédito a lo que estaba viendo. Sin embargo, afortunadamente para sus intereses, el partido terminó empatado a cero, al finalizar los primeros 45 minutos.

El inicio del segundo tiempo fue mejor para el conjunto visitante, que entró mejor y no tardó en poner en problemas a la saga poderosa, que intentaba responder al embate, logrando hasta el momento mantener el cero. Sin embargo, el gol visitante parecía que fuera a llegar en cualquier momento, sin que hubiera una respuesta ofensiva en el local.

Fue justamente sobre el minuto 67, luego de un desborde muy rápido y preciso de Adam Bareiro y que tuvo una exquisita definición, el equipo argentino se fue arriba, en un movimiento que parecía lógico, dado el trámite que había tenido el segundo tiempo en el Atanasio. Tras el gol, el equipo local pareció despertar, buscando el empate con más ímpetu y amor propio que con un buen plan de juego.

La última jugada del partido fue un tiro libre a favor del poderoso, que al final no tuvo una buena finalización, por lo que el partido se cerró con la victoria por la mínima del equipo dirigido por Rubén Darío Insúa, que ahora intentará defender en el partido en El Nuevo Gasómetro, en la ciudad de Almagro, el próximo miércoles 19 de julio.