Selección Colombia: ¿Qué hace falta? La tricolor no parece capaz de aguantar el resultado hasta el final

El juego ante Brasil, por la fecha 13 de las eliminatorias sudamericanas, para la selección Colombia, pasó rápidamente de sueño, con el golazo conseguido por Luis Díaz al cierre de la primera mitad, a pesadilla cuando, al 90+9 tras una desconcentración en defensa, Vinicius Junior clavó el segundo de la selección local y dejó a la tricolor con las manos vacías.

Ahora Colombia, aunque depende de sí mismo para clasificar al mundial, del que aún está a unos 9 puntos de distancia, tiene que empezar a cambiar pronto su chip y dejar de ceder terreno, para que la seguidilla de 3 derrotas en línea no se convierta, este martes, en una seguidilla de 4, en el juego en Barranquilla ante una sorprendente Paraguay.

El problema para la selección Colombia, justamente, parece ser que dependa de sí misma, pues ahí es donde se empieza a complicar cualquier partido. De hecho, aunque el equipo va al frente con gallardía, cuando está por debajo en el marcador, parece que se volviera un mar de nervios cuando está consiguiendo el resultado y esto ya ha pasado a lo largo de las eliminatorias.

Y es que el equipo de Néstor Lorenzo, y varios anteriores, parecen tener problemas para cerrar el partido: Es decir, aguantar los últimos minutos, manejar el balón lejos de propia puerta y, lo más importante, evitar goles. De hecho, la historia de las derrotas recientes de la tricolor, están fuertemente vinculadas, con el final del partido.

Así, por ejemplo, en la Copa América de 2021 un gol al 90+10 significó la derrota, también ante Brasil, autoría de Casemiro. Con Uruguay, en estas eliminatorias, un gol en el último minuto significó el empate en Barranquilla y la derrota en Montevideo. Goles de Darwin Núñez al 90+1 y Manuel Ugarte, 90+11.

Así, Si a esto le sumamos la derrota ante Aregentina, en la final de la Copa América, con el gol de Lautaro Martínez, al cierre del 2º tiempo extra, ya ve un patrón con el que parece definirse el aura de una selección Colombia que no parece tener la cabeza necesaria para aguantar hasta el último minuto, lo que sigue generando derrotas dolorosas.