Eliminatorias

Por: Carlos Guevara • Colombia.com

Eliminatorias Sudamericanas: Néstor Lorenzo es criticado por sus cambios en el partido ante Perú

Néstor Lorenzo no midió las consecuencias de haber sacado a Jhon Arias del terreno de juego.

Jhon Arias se retiró del campo enfurecido por la sustitución del técnico argentino, lo que dista de su estrecha relación. Foto: EFE
Jhon Arias se retiró del campo enfurecido por la sustitución del técnico argentino, lo que dista de su estrecha relación. Foto: EFE

Néstor Lorenzo no midió las consecuencias de haber sacado a Jhon Arias del terreno de juego.

El empate sin goles entre Colombia y Perú, disputado en el estadio Metropolitano de Barranquilla por la fecha 15 de las Eliminatorias Sudamericanas, no solo dejó un sinsabor en lo futbolístico, sino que desató una tormenta de críticas hacia el técnico Néstor Lorenzo, especialmente por una decisión que ha sido señalada como incomprensible: la salida de Jhon Arias en el segundo tiempo.

El jugador del Fluminense fue, sin duda, uno de los más incisivos durante la primera mitad. Su capacidad para romper líneas, asociarse y darle ritmo al ataque colombiano lo había consolidado como uno de los puntos altos del equipo.

Sin embargo, cuando se esperaba que lo potenciaran aún más con algún socio como Marino Hinestroza, quien puede replicar el funcionamiento de Arias en su club brasileño, el entrenador optó por una vía totalmente distinta: ingresó a Jáminton Campaz y sacó al propio Arias.

La decisión sorprendió a propios y extraños. Desde las tribunas hasta las redes sociales, el cambio fue duramente cuestionado, especialmente porque el ingreso de Campaz no surtió el efecto esperado. El jugador del fútbol argentino no logró gravitar ni por izquierda ni por derecha, mientras que Arias dejó el campo visiblemente molesto. Su reacción alimentó rumores sobre tensiones internas en el vestuario, en un equipo que, por momentos, lució desarticulado en lo anímico.

Y es que no fue el único foco de tensión. En la primera mitad, Jhon Jader Durán fue protagonista de múltiples discusiones con sus compañeros, gesticulando constantemente e incluso mostrando molestia con decisiones colectivas. El ambiente se tornó tenso, y no sorprendió que Lorenzo decidiera no contar con él para la segunda parte. La determinación pareció más disciplinaria que táctica, alimentando la teoría de un camerino con grietas cada vez más evidentes.

Mientras tanto, Colombia padeció la falta de generación ofensiva. Ni los cambios de Lorenzo ni la actitud de algunos jugadores ofrecieron respuestas ante una selección peruana ordenada, pero sin demasiado peligro. El empate, aunque no catastrófico, dejó muchas dudas, y sobre todo, prendió las alarmas sobre el manejo del grupo por parte del entrenador.

El ruido fuera de la cancha terminó opacando el ya de por sí opaco rendimiento en el terreno por parte de la Selección Colombia y Lorenzo, más allá de lo táctico, deberá ahora enfrentar el desafío más complejo: recomponer la armonía de un grupo que, por momentos, parece fracturarse desde adentro.

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