Atlético Bucaramanga vuelve a ser sancionado por sus actos de protesta

Luego de la polémica generada por las distintas sanciones en contra de Atlético Nacional, la Dimayor anunció recientemente una nueva amonestación económica, pero esta vez para 11 jugadores de Atlético Bucaramanga tras un acto de protesta llevado a cabo antes de su partido frente a Fortaleza, correspondiente a la fecha 18 de la Liga BetPlay 2024-II. 

En consecuencia, la decisión fue comunicada a través de la resolución 105 emitida por la Comisión Disciplinaria, citando una infracción al artículo 73 del Código Disciplinario Único (CDU) de la Federación Colombiana de Fútbol.

El incidente ocurrió durante los actos protocolarios previos al encuentro, cuando los once titulares del equipo salieron al campo con cintas en la boca, simbolizando su desacuerdo con recientes decisiones tomadas contra el club. 

Por ende, esta manifestación, aunque simbólica, fue considerada una violación del reglamento que prohíbe a los jugadores exhibir mensajes o gestos no autorizados durante los eventos oficiales organizados por la Dimayor.

¿De cuánto es la multa impuesta a los jugadores del Atlético Bucaramanga?

Cada uno de los once futbolistas involucrados deberá pagar una multa equivalente a un salario mínimo mensual legal vigente (SMMLV), que asciende a $1.300.000 por jugador. Entre los sancionados se encuentran figuras clave del equipo como Aldair Quintana, Frank Castañeda, Cristian Zapata y Fredy Hinestroza.

La medida disciplinaria también se justifica en que este tipo de acciones infringen las disposiciones reglamentarias relacionadas con actos protocolarios, protocolos de seguridad e identificación en los partidos. Según el numeral 3 del artículo 73 del CDU, este tipo de conductas pueden ser sancionadas con multas que oscilan entre uno y cinco salarios mínimos.

Por otro lado, es importante destacar que el gesto realizado por los jugadores fue una respuesta a las sanciones previamente impuestas al técnico Rafael Dudamel y al mediocampista Fabián Sambueza, quienes habían cuestionado públicamente el desempeño de dos árbitros del fútbol colombiano. Además, durante el partido contra Fortaleza, la protesta se extendió tras el único gol anotado por Bucaramanga, cuando los jugadores llevaron nuevamente sus manos a la boca como reiteración de su descontento.

Aunque este tipo de acciones suelen ser interpretadas como una forma de expresar inconformidad, la Dimayor dejó en claro que tales manifestaciones no tienen cabida en los eventos oficiales y serán sancionadas de acuerdo con el reglamento vigente, siendo esta situación un desafío adicional para el conjunto ‘Leopardo’, que deberá enfrentar tanto las implicaciones económicas como la atención mediática que ha generado esta polémica.