Liga BetPlay. Millonarios tuvo que renovar a resistido jugador tras pasar por el quirófano

Una de las razones por las que se ha generado un ambiente de inconformismo en el fútbol bogotano es el hecho de que Millonarios está a punto de cerrar el 2025 con más interrogantes que certezas, pues uno de los casos que más ruido ha generado en el entorno azul es el de Juan Carlos Pereira.

El mediocampista samario atraviesa un proceso de recuperación largo, complejo y, sobre todo, inesperado, que terminó alterando no solo los planes deportivos del club, sino también el panorama contractual de cara a la temporada 2026.

El volante sufrió en septiembre la rotura del tendón de Aquiles, una de las lesiones más temidas para cualquier futbolista profesional. En principio, el diagnóstico hablaba de una incapacidad cercana a los nueve meses, un plazo ya de por sí extenso.

Sin embargo, con el paso de las semanas, la situación se fue complicando y Pereira debió regresar al quirófano en dos oportunidades adicionales, una para tratar un granuloma detectado en la zona afectada y otra mediante una intervención reconstructiva de tipo plástico, lo que retrasó de manera considerable el inicio real de su rehabilitación.

Este escenario encendió las alarmas en Millonarios, no solo por el tiempo que el jugador permanecerá fuera de competencia, que ahora se proyecta hasta el segundo semestre de 2026, sino por una consecuencia administrativa que cayó como un verdadero baldado de agua fría entre los hinchas.

Vale señalar que el contrato de Pereira finalizaba el 31 de diciembre de este año, pero una cláusula automática se activó debido a la gravedad de su lesión, extendiendo su vínculo con el club hasta diciembre del próximo año.

La noticia no fue bien recibida por un sector amplio de la afición, pues el mediocampista, más allá de su entrega, ha sido uno de los jugadores más resistidos por los simpatizantes azules, especialmente en un año marcado por el bajo rendimiento colectivo y las múltiples ausencias por problemas físicos. 

Además, esta situación jugó en contra de los planes de la nueva dirección deportiva, que venía trabajando con la idea de depurar la plantilla y liberar cupos salariales para incorporar refuerzos acordes a un proyecto distinto, por lo que la continuidad obligada de Pereira altera ese libreto y condiciona la planificación, tanto en lo económico como en lo deportivo.

De esta forma, en un 2025 ya golpeado por las lesiones de referentes como Andrés Llinás, el caso Pereira se suma como otro capítulo de un año para el olvido. Ahora, Millonarios deberá manejar con cautela un proceso médico delicado, mientras intenta reconstruirse deportivamente con un jugador vinculado al club, pero lejos de las canchas y bajo la lupa permanente de una hinchada cada vez más exigente.