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Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Carlos Valderrama: un pibe de cumpleaños que se inmortalizó en la historia del fútbol

Carlos Valderrama cumple 62 años, pero así tenga 100 seguirá siendo el pibe. El samario es uno de los emblemas vigentes y le ha dado gloria y reconocimiento al fútbol colombiano.
 

Carlos ´el pibe´ Valderrama es un ícono del fútbol colombiano. Foto: Twitter @BarranquillaBQ
Carlos ´el pibe´ Valderrama es un ícono del fútbol colombiano. Foto: Twitter @BarranquillaBQ

Carlos Valderrama cumple 62 años, pero así tenga 100 seguirá siendo el pibe. El samario es uno de los emblemas vigentes y le ha dado gloria y reconocimiento al fútbol colombiano.
 

El padre de Carlos Alberto Valderrama Palacios, Carlos ´Jaricho´ Valderrama, era jugador del Unión Magdalena y solía llevarlo a los entrenamientos del equipo, en el cuadro bananero jugaba un argentino llamado Rubén Deibe, que al notar que una mañana ´Jaricho´ llegó sin su hijo le preguntó: "¿Ché, dónde está el pibe?"

A partir de aquel día Carlos Valderrama se convirtió en ´el pibe´ sin haber ido nunca a Argentina, país cuya selección tuvo que sufrirlo hace casi 30 años cuando el ´mono´ de pelo ensortijado dirigió la orquesta colombiana que se atrevió a profanar el Monumental de Núñez con una sinfonía de fútbol y goles que determinó una de las derrotas más dolorosas para Argentina en toda su historia.

Carlos Alberto Valderrama Palacio cumple 62 años, pero puede cumplir 100 y siempre seguirá siendo el pibe, el hombre que le dio al fútbol colombiano otra dimensión, uno de los últimos 10 de verdad, esos que hacían magia con los pies y hacen que los más nostálgicos aseguren que el fútbol siempre fue mejor.

Un hombre sin filtros

El pibe mantiene un carácter sin fisuras, no ha comulgado con la hipocresía y no hace parte de eso que llaman ´rosca´, un círculo de privilegiados acaparadores de elogios y palabras oficiales, el mono de pescaíto siempre será el gran 10 colombiano sin importar cuántos pergaminos, clubes y contratos estratosféricos se empeñen en mostrar quienes dicen que ha habido y hay mejores que el samario.

El Pibe y el calor siempre se llevaron de maravilla, en Unión Magdalena y con la casa como terreno de juego se dio a conocer en el escenario nacional, en Cali alcanzó el rótulo de crack con el cuadro azucarero, en Junior de Barranquilla se canonizó y en la MLS con equipos de Florida se convirtió en el pionero de quienes recibieron una devoción que no había sido igualada o superada hasta la llegada de Lionel Messi.

El pibe no se amañó en ´la nevera´ cuando llegó a Millonarios, en Montpellier tuvo altas y bajas, y en Valladolid pasó duros momentos, pero jamás el frío lo amilanó o le restó calidad y potencia a su juego, porque una fría tarde del 5 de septiembre de 1993 en Buenos Aires, la selección de Colombia se enfrentó a 11 argentinos y 50 mil argentinos en las graderías que de pie terminaron aplaudiendo a la selección cafetera comandada por un rubio de pelo ensortijado, un hombre al que llaman pibe sin ser un niño y menos, argentino.

El mundo del buen fútbol celebra y celebrará siempre el cumpleaños de uno de los últimos románticos del fútbol, ese mismo que recibió los aplausos de un tal Diego Maradona una fría tarde del 5 de septiembre de 1993.