Jannenson Sarmiento, el colombiano del Danubio que hace dos años no ve a su familia

Jannenson Sarmiento sigue siendo un nombre poco conocido en Colombia, cuando menos futbolísticamente hablando, porque ese nombre propio difícilmente pasa desapercibido en el país y en cualquier otro rincón del mundo.

Uruguay, ese pequeño país de 3 millones de habitantes, pero gigante en el sentimiento futbolístico, no ha sido tradicionalmente una tierra que acostumbre tener futbolistas colombianos en sus equipos, aunque uno de los nuestros que llegó a ser una gran figura, Carlos ‘la roca’ Sánchez, se hizo futbolista en la República Oriental del Uruguay sin haber vestido la camiseta de algún equipo del rentado nacional.

Jannenson Sarmiento es un volante creativo colombiano nacido en Baranoa, en el departamento del Atlántico, que milita en el tradicional club uruguayo Danubio, recordado en Colombia porque en la semifinal de la Copa Libertadores de 1989 Atlético Nacional le ‘clavó’ 6 goles en el Atanasio Giradot.
Este mediocampista que juega suelto y gusta del fútbol bien jugado, es hábil, técnico y siempre está presto a poner a sus delanteros en posición de gol con un balón bien filtrado entre las defensas contrarias.

De la tierra del merengue al río de la Plata

Jannenson llegó al Danubio, conocido como ‘el club de la franja’ proveniente del Moca FC, un club de la liga de fútbol de la República Dominicana, pero el colombiano quería militar en un club con más renombre en el fútbol latinoamericano y el equipo oriental mostró su interés, por lo que el hoy jugador de 24 años no dudo y tomó el vuelo hacia el sur.

En pocos meses en el equipo uruguayo, Jannenson Sarmiento ha mostrado destellos de su calidad y sus compañeros y la hinchada reconocen en él a un jugador talentoso con toques modernos y visos de los volantes creativos 10 de antaño, esos que en el Río de la Plata brotaban silvestres en sus riberas.

Jannenson Sarmiento hizo una especial a los medios, hinchada, jugadores y a las directivas del club, y aunque se siente feliz y cómodo en Danubio, algo por dentro lo carcome y tiene que ver con que hace dos años que no ve a su familia.

Sarmiento salió en plena pandemia a buscar mejores oportunidades en el fútbol y debuto en la República Dominicana, pero pasar de jugar en la tierra del merengue a la de los primeros campeones mundiales ha sido tan rápido que no ha podido visitar a su familia en Colombia.

“Disfruto de jugar en Danubio, pero extraño a mi familia”, dijo el zurdo colombiano que lleva la camisa 29 como su ídolo Teo Gutiérrez y que espera pronto ver a su familia luego de dos años.