Por: Carlos Guevara • Colombia.com

El FC Barcelona, pese a sufrir ante el Espanyol, dejó con la cara larga al Real Madrid

El Fútbol Club Barcelona necesitaba apenas 2 puntos para coronarse campeón en España.

Lamine Yamal y Fermín López fueron los encargados de sellar el triunfo para el título. Foto: EFE
Lamine Yamal y Fermín López fueron los encargados de sellar el triunfo para el título. Foto: EFE

El Fútbol Club Barcelona necesitaba apenas 2 puntos para coronarse campeón en España.

En un derbi cargado de tensión, emociones y nostalgia, el FC Barcelona encontró el escenario perfecto para sellar su supremacía en España. No fue una exhibición arrolladora, ni una fiesta de goles: fue una victoria sufrida, de esas que saben mejor porque se consiguen con la sangre fría de los campeones. Ante un Espanyol que vendió cara su caída, el Barça se proclamó campeón de LaLiga con un 0-2 que tuvo nombre propio: Lamine Yamal.

Sin embargo, es importante señalar que desde el pitazo inicial, el local no se achicó. El Espanyol, aunque limitado en nómina, sacó el alma y puso contra las cuerdas a un Barcelona que no lograba imponer su juego. Szczesny tuvo que intervenir temprano para evitar el desastre, mientras el bloque defensivo culé volvía a mostrar las mismas dudas que lo han perseguido toda la campaña. En ataque, Pedri buscaba con insistencia pero sin claridad, dejando la sensación de que esa no sería su noche.

Pero cuando las luces parecen apagarse, hay uno que siempre prende la chispa. Lamine Yamal, con apenas 17 años, volvió a demostrar por qué es el futuro, y presente, del fútbol español. A los 52 minutos, tomó la pelota con esa calma de los genios, encaró desde la banda hacia el centro y soltó un disparo que se incrustó en el ángulo. 

No obstante, el Espanyol no se resignó. Tuvo hasta tres oportunidades claras de igualar, pero la falta de contundencia y el peso de la historia les jugó en contra. Como suele pasar con los grandes equipos, el Barça esperó su momento, y cuando este llegó, lo aprovechó sin piedad. Ya en el tiempo añadido, Yamal volvió a ser el arquitecto: asistencia medida para Fermín y zapatazo implacable para el 0-2 definitivo.

Barcelona levanta así su trofeo número 28 de LaLiga, sumándolo a la Copa del Rey y la Supercopa. En un país donde las rivalidades arden y las dudas siempre aparecen, el equipo culé respondió con títulos, dejando más blanco que nunca a su eterno rival, el Real Madrid. 

Y en el centro de todo, un chico que aún no alcanza la adultez legal, pero que juega como si llevara una década dominando Europa. Lamine Yamal no solo aseguró un campeonato; escribió su propio capítulo en la historia blaugrana.

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