Datos y curiosidades de uno de los eventos deportivos más importantes del año

Otro mundial está a la vuelta de la esquina y las estadísticas, las predicciones y las historias, no faltan. El próximo 20 de noviembre, con el partido entre Catar y Ecuador, iniciará la edición número 22 del mundial de fútbol de la FIFA, muy próximo a llegar al centenario. Esto será en el ya cercano 2030, cuando se conmemoren cien años de aquella vez que, al tiempo, en los estadios Gran Parque Central y Pocitos -ya inexistente-, rodara el balón en el primer mundial de la historia del fútbol -o football, como se escribía en aquella época-.

Nuestra primera historia, es justamente, en aquel Uruguay 1930. El estadio en el que se iban a jugar todos los partidos no sería otro que el mítico Centenario de Montevideo; para ese entonces, el estadio más grande por fuera de las islas británicas -construido originalmente para 90 mil almas-. Infortunadamente, el clima no dejó que fuera así, por lo que los organizadores debieron buscar otros estadios, los mencionados en el párrafo superior, para jugar los primeros partidos.

No nos movamos de Uruguay, pues justamente durante el primer mundial, también tiene lugar un récord no tan agradable: el primer jugador expulsado en una copa mundial. Esto ocurrió en el primer partido del grupo 3, en el enfrentamiento entre Perú y Rumania. El peruano Plácido Galindo, mediocampista limeño, del registro de Universitario de Deportes, resultó expulsado por el árbitro chileno Alberto Warnken y se convirtió así, en el primer jugador que veía la tarjeta roja, en la historia de los mundiales.

Activemos los circuitos del tiempo, para movernos hacia el futuro: El lugar, Lausana, Una ciudad al occidente de Suiza, donde se enfrentaron, por los cuartos de final del mundial, la selección local, contra la selección de Austria. Este partido pasó a la historia pues, a lo largo de los 90 minutos, se registraron nada menos que ¡12 goles!. El marcador final fue de 7-5 a favor de los austriacos.

Robert Ballaman abrió el marcador para Suiza, a los 16 minutos de juego y su compatriota Josef Hügi aumentó la ventaja apenas un minuto después a los 17 y nuevamente a los 19, para dejar un temporal 3-0 a favor de los anfitriones. Sin embargo, Theodore Wagner logró descontar para Austria, al minuto 25 y su compañero Robert Körner puso el 3-2, apenas un minuto después.

Wagner logró empatar el encuentro con un gol al minuto 27 y Ernst Ocwirk puso el 4-3. Dos minutos después, nuevamente Körner anotó, para dejar el marcador 5-3, a favor de Austria. Ballaman, por Suiza, volvió a marcar al minuto 39, dejando el partido en un reñido 5-4, para el cierre del primer tiempo. Al volver de las duchas, al minuto 53 nuevamente Wagner anotó para Austria, poniendo el marcador 6-4 y Suiza descontó al 58.

Ya terminando el encuentro, sobre el minuto 86, Erich Probst anotó el decisivo 7-5 con el que llegó el final del partido. Hasta el momento, este increíble encuentro entre las naciones europeas, sigue siendo el partido de fútbol, con más goles de toda la historia.

Si el anterior no fue el partido del siglo, difícilmente habría otro. Y sí. Hubo otro: En México. El escenario es el grandioso Estadio Azteca y la edición fue la de 1970. Se encontraron la Alemania Federal de Gerd Müller y la Italia de Giovanni Rivera, por las semifinales y todo parecía una normal victoria del equipo italiano, por la mínima diferencia. Sin embargo, Karl-Heinz Schnellinger, justo sobre el final del partido, empató para los alemanes y les dio 20 minutos más de vida.

Lo sucedido en los siguientes 20 minutos fue surrealista: Apenas empezando el primer tiempo extra, al minuto 4, Müller puso el partido 2-1; Al 98 Tarcisio Burgnich lo puso 2-2 y Müller, al 110 puso un lapidario 2-3 para Alemania. Pero los italianos no bajarían la cabeza y, a través de Riva primero y Rivera después, acabaron con las ilusiones germanas, que se quedaban por fuera, a falta de un partido. No hacen falta más pruebas. Los mexicanos acababan de vivir el Partido del Siglo.