El impacto económico del coronavirus en el fútbol

El mundo del fútbol también se ha visto afectado por el coronavirus.

Estadios vacíos: ¿el futuro del fútbol en el mundo?
Estadios vacíos: ¿el futuro del fútbol en el mundo?

El mundo del fútbol también se ha visto afectado por el coronavirus.

El pasado martes 10 de marzo se celebró en España el primer encuentro a puerta cerrada por el riesgo al contagio, una imagen bastante sorprendente y nada habitual para un encuentro de UEFA Champions League.

Ese mismo día, pero una hora antes, en el Estadio Municipal de Ipurua, también se disputaba un encuentro a puerta cerrada, pero esta vez de LaLiga Santander, con el mismo ambiente. La victoria fue para La Real Sociedad, una de las revelaciones en las apuestas deportivas de William Hill esta temporada, y que de la mano del técnico español Imanol Alguacil han logrado fascinar a todos con su fútbol.

Fue el primer partido y último a puerta cerrada en España, pues días más tarde, toda la actividad deportiva en nuestro país fue paralizada y según se van actualizando los datos en España, nuestra sociedad va a tardar todavía algún tiempo en volver a la normalidad. Eso sí, tanto las medidas adoptadas por el gobierno como la responsabilidad individual de cada persona están ayudando a que esto dentro de poco sea posible.

Poco impacto económico en la élite

Siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias, todo el fútbol, desde la élite hasta el fútbol base ha sido suspendido de manera indefinida, sufriendo un impacto económico muy relevante para todos los clubes. El deporte rey en España y la Fórmula 1 son según los estudios, los dos deportes más damnificados económicamente por el coronavirus.

Eso sí, el mayor damnificado de todas estas medidas es el espectador, y más concretamente el socio abonado, que habiendo pagado su asiento no podrá disfrutar de estos partidos.

Muchos jugadores se han puesto del lado de los aficionados, compartiendo la opinión de que el fútbol es un espectáculo, y por tanto, está pensado para entretener al público, y sin público, nada de lo que hacen en el terreno de juego tiene sentido, pero hay demasiados intereses en juego y un calendario muy apretado como para pensar que esa posibilidad cobre muchas opciones a no ser que el riesgo de contagio sea mayor.

El fútbol modesto, en peligro

Si para el fútbol profesional será un grave contratiempo a nivel económico sin ser un daño irreparable, para el fútbol modesto puede poner en peligro la economía de muchos clubes, que sí que cuentan con los ingresos de taquilla para sus presupuestos anuales.

El Mérida, por ejemplo, lleva toda la temporada esperando el derbi contra el Badajoz para poder llenar el Estadio Romano, con capacidad para casi 14.000 espectadores. Jugar dicho encuentro a puerta cerrada rompe por completo las previsiones económicas de taquilla de esta temporada, además de no contar con miles de gargantas apoyando a su equipo, el cual se encuentra en posiciones de descenso a tercera división.

El equipo extremeño no ha sido el único que ha manifestado su disconformidad con la primera decisión de disputar encuentros a puerta cerrada, medida que puede ser definitiva en un futuro cercano. Otros equipos de segunda división B y de tercera división ya pidieron en su día el aplazamiento de las jornadas, y no verían con buenos ojos reanudar el campeonato bajo esas condiciones, aunque estas divisiones podrían alargarse más en el tiempo al no afectar a la próxima Eurocopa 2020.

Estas medidas para la élite pueden servir para terminar con los torneos domésticos en nuestro país, pero no parecen ser válidas para el fútbol modesto, que se nutre principalmente del aficionado para sacar adelante los presupuestos temporada tras temporada. Estos equipos irán día a día solucionando todos los obstáculos que el coronavirus está poniendo en su camino y seguro que todo se resuelve con un final feliz para todos ellos.