Mundial de Clubes 2025: Colombia recuerda el subcampeonato del Once Caldas ante el Porto

Con motivo del arranque del Mundial de Clubes 2025, en Colombia vuelve a revivir una de las gestas más memorables del fútbol nacional a nivel internacional: la histórica participación de Once Caldas en la final de la Copa Intercontinental del 2004.

Aquel 12 de diciembre, en Yokohama, Japón, el equipo manizaleño disputó el último duelo entre campeones de América y Europa, una suerte de Mundial de Clubes, ante el poderoso Porto de Portugal, en una noche que aún retumba en la memoria colectiva del país.

Once Caldas, dirigido por 'El Profe' Luis Fernando Montoya, había llegado a esa instancia tras un recorrido impresionante por la Copa Libertadores, dejando en el camino a grandes como Santos, Sao Paulo, Barcelona de Guayaquil y, en la final, al siempre temido Boca Juniors. Su coronación en el continente fue sorpresiva para muchos, pero contundente.

Así, el modesto equipo colombiano se ganó el derecho de medirse al campeón de la Champions League, un Porto que había eliminado a gigantes europeos como Manchester United, Lyon, Deportivo La Coruña y Mónaco en el camino. 

El partido, presenciado por más de 45 mil personas en el Estadio Internacional de Yokohama, fue una batalla táctica. Montoya planteó un bloque defensivo con doble línea de cuatro, que logró neutralizar gran parte del poder ofensivo de los europeos.

La figura durante los 90 minutos fue el arquero Juan Carlos Henao, que con intervenciones claves mantuvo con vida a los de Manizales. En el alargue, Herly Alcázar ingresó por Elkin 'El Sultán' Soto para buscar el contragolpe, mientras que el Porto tuvo que reemplazar a su arquero Vítor Baía por lesión.

Todo se definió desde el punto penal. Once Caldas anotó sus primeros cuatro cobros gracias a Vanegas, Alcázar, Viáfara y De Nigris. Por el lado luso, Diego, Quaresma y Carlos Alberto respondieron. Cuando Maniche erró su penal, la gloria quedó al alcance del equipo colombiano.

Jonathan Fabbro fue el encargado del cobro decisivo, pero su remate se estrelló contra el palo derecho de Nuno, quien ni siquiera se movió. Luego, Edwin García también falló y fue Pedro Emanuel quien sentenció el 8-7 definitivo a favor del Porto.

Así las cosas, y a pesar de no alzar el trofeo, Once Caldas firmó una página dorada del fútbol colombiano en lo que hoy en día sería el llamado Mundial de Clubes, y a 21 años de aquella gesta, el recuerdo sigue vivo: un equipo valiente que rozó la cima del mundo con humildad, táctica y corazón.