Colombia se viste de amarillo por su regreso al Mundial después de 16 años

La pasión de los colombianos por su selección se nota en las calles de pueblos y ciudades, donde miles de personas visten hoy la camiseta amarilla o la roja del segundo uniforme, muchas casas y edificios han izado el tricolor nacional como si de una fiesta patria se tratase y vehículos circulan con banderas en las ventanillas.

En los cruces importantes de avenidas de Bogotá y otra ciudades el comercio callejero hace su agosto con la venta de banderas, gorras, camisetas, cornetas, afiches, en fin, con todo lo que sirva para darle color a la fiesta en la que el país espera se transforme el partido con los griegos en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.

La última vez que Colombia estuvo en un Mundial fue en Francia 1998, y hay toda una generación que no había nacido entonces o eran muy niños y que hoy tendrán el placer de ver por primera vez a su equipo jugando entre los 32 grandes del fútbol.

"Finalizan 16 años de espera", titula hoy en su primer página el diario El Tiempo, con el comentario: "No más ayuno. Colombia vuelve a jugar en el torneo máximo del fútbol", mientras que El Espectador abre con "Mundialistas".

"Terminó la espera. Después de 16 años, el himno nacional sonará en una Copa Mundo, la quinta de Colombia tras las de Chile 1962, Italia 1990, Estados Unidos 1996 y Francia 1998. Avanzar a octavos de final es el primer objetivo", agrega el matutino bogotano.

Más abajo, a un segundo plano, ha quedado relegada en la prensa colombiana la información sobre las elecciones presidenciales que se celebrarán mañana en el país.

Varias empresas se han sumado a la "fiebre amarilla" y han instalado pantallas gigantes en plazas de las grandes ciudades y centros comerciales para que el público pueda ver este sábado el partido con Grecia.

Cine Colombia, principal empresa de este sector del país, anunció que en 38 salas de cine se transmitirá hoy el estreno de Colombia y otros 34 partidos del Mundial en formato digital 2D y "Full HD" con entrada paga, pese a lo cual los ingresos empezaron a agotarse en días pasados. EFE