El rojo y amarillo inundan las calles de Colombia

El rojo y amarillo de las camisetas oficiales de la selección Colombia inundan hoy las calles de todo el país, que ya está preparado para paralizarse cuando sus "héroes" enfrenten a Brasil para buscar el histórico billete a la semifinal.

El rojo y amarillo inundan las calles de Colombia. Foto: EFE
El rojo y amarillo inundan las calles de Colombia. Foto: EFE

El rojo y amarillo de las camisetas oficiales de la selección Colombia inundan hoy las calles de todo el país, que ya está preparado para paralizarse cuando sus "héroes" enfrenten a Brasil para buscar el histórico billete a la semifinal.

Después del triunfo contra Uruguay en Maracaná, Colombia atravesó una semana de tensión y agitación colectiva que estallará con el pitido inicial en Fortaleza, donde el equipo, que juega con su segunda equipación, la roja, por primera vez en 24 años, luchará contra la Canarinha.

"Se nota por la calle la tensión, la ansiedad de que juega Colombia. Todo el mundo te saluda si ve que vas con la camiseta, y aunque en general la gente parece calmada yo estoy ansiosa, no me encuentro muy bien y ya no sé ni quién soy", dijo a Efe Ana María Mejía, una de los miles de colombianos que aguarda desde su oficina.

Ellos tendrán la suerte de poder ver el encuentro sin interrupciones, pues muchas empresas han optado por ofrecer jornada continua hasta las 14.00 hora local (19.00 GMT) para ver el partido, que comienza a las 15.00 hora local (20.00 GMT).

Los funcionarios públicos de Bogotá, Cali y Pereira tendrán día libre desde la 13.00 hora local (18.00 GMT), al ser decretado día cívico, una medida extraordinaria que se toma por primera vez durante este torneo.

Incluso los reos disfrutarán de los 90 minutos de Fortaleza, pues el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) informó que en los 138 centros se seguirá el desempeño del onceno colombiano a través de televisores ubicados en los pasillos y áreas comunes de los pabellones, donde el partido será visto por 117.302 reclusos.

Y en la radio, anuncios publicitarios del Gobierno invitan a los guerrilleros a desmovilizarse para "ver a la histórica selección".

En Bogotá, quienes dispongan de jornada laboral reducida, así como estudiantes que ya finalizaron el curso, podrán seguir el partido en 16 pantallas gigantes repartidas por la ciudad, donde en esta ocasión está prohibido arrojarse harina y espuma.

La ley seca, que prohíbe vender y consumir alcohol, rige en la capital, donde también será complicado moverse en los miles de taxis, prácticamente ilocalizables desde media hora antes de que comiencen los partidos de la selección colombiana.

"Nada que sea amarillo funciona cuando hay partido", comentó en referencia a este transporte Oliver, bogotano que asegura que permanecerá en su trabajo un par de horas después de que finalice el partido para evitar aglomeraciones.

La Cruz Roja del país ya está en alerta por posibles incidentes, como ya ocurrió durante los últimos partidos de la selección, donde se han registrado en total más de una veintena de muertos por altercados.

Mientras se espera, los mensajes de apoyo a los futbolistas, que son tratados como héroes, se suceden en los medios de comunicación, donde el contenido se dedica casi exclusivamente al partido de hoy, en los letreros de los autobuses y hasta en los retrovisores de los vehículos, donde lucen adornos con la bandera nacional.

Desde que comenzara el torneo en Brasil, los semáforos se han convertido en punto de venta de souvenirs, donde pueden encontrarse banderas, bufandas e incluso tazas o toallas con la imagen de los jugadores. EFE