5 mitos sobre la esterilización de los gatos

En torno al tema de la esterilización o la castración de mascotas, todavía existe un debate muy grande, pues hay quienes creen firmemente en la importancia de este procedimiento quirúrgico, pero algunos otros aún conservan sus dudas creyendo en falsos mitos que son difundidos en la sociedad, y que solo infunden el miedo en aquellos que tienen un animalito en casa. 

Lo cierto es que la esterilización, tanto en perros como en gatos, tiene una gran cantidad de beneficios, como prevenir la sobrepoblación por la llegada de camadas inesperadas, evitar la transmisión de enfermedades de transmisión sexual, evitar infecciones y enfermedades futuras, apaciguar los problemas de agresividad o conducta y prevenir fugas de tu mascota

No obstante, para que puedas salir de todos los interrogantes que te atormentan, en este caso en la esterilización de felinos, vamos a desmentir algunos mitos que se han ido consolidando con el paso de los años en la población. Al respecto, la Fundación para el Asesoramiento y Acción en defensa de los Animales (FAADA) en España, comparte dos de estos mitos en su campaña ‘Soy Responsable’:

• La esterilización engorda a la mascota: si el animal continúa con los mismos hábitos de vida en cuanto a alimentación, descanso y actividad física, de acuerdo con su edad, su peso y su talla, no tendría por qué relacionarse la esterilización con obesidad; sin embargo, si eso es lo que te preocupa, en el mercado comercializan algunos concentrados especiales para animales esterilizados.
• Las hembras deben dar a luz por lo menos una vez: tener crías antes de ser esterilizadas no es ninguna forma de mantenerlas sanas, de hecho, entre más tiempo pasa más aumentan las probabilidades de contraer cáncer de mama en un futuro. “Si la cirugía se realiza antes del primer celo, las probabilidades de tener cáncer de mama son casi cero”, afirma FAADA.

Otros mitos

• Los felinos se deben esterilizar entre los 6 y los 12 meses: cada caso es particular, por lo cual no es posible generalizar. Algunos profesionales aconsejan hacerlo entre los 2 y los 3 meses, pero otros prefieren esperar hasta los 6; en cualquier caso, lo recomendable es consultar con el veterinario.

• Solo se debe esterilizar a las gatas: esto es completamente falso, pues un gato que no está operado puede comenzar a marcar territorio por toda la casa con su orina y, además, intentar escapar para perseguir a una gata; si quieres evitar esto es mejor que cambies de idea. También puedes prevenir cáncer testicular y enfermedades de la próstata.
• Los gatos castrados dejan de cazar: esta es una afirmación sin fundamento alguno, pues una cosa no tiene que ver con la otra, y su sistema reproductivo no tiene ninguna influencia en su instinto. Tu gato seguirá haciendo las mismas actividades antes y después de la castración o la esterilización.