¿Cómo hacer que un perro y un gato se adapten a un mismo hogar?: 5 consejos de expertos

Adentrarse en la dinámica de integrar a un perro y un gato en el mismo hogar puede parecer un desafío de gran magnitud, pero, en realidad, este proceso puede transformarse en una hermosa y armoniosa experiencia con la asesoría correcta. 

Si estás pensando en traer un nuevo miembro peludo a la familia, ya sea un perro o un gato, pero tienes temor de que no se pueda adaptar, quédate leyendo, pues a continuación exploraremos cinco consejos esenciales que te ayudarán a construir puentes de entendimiento entre estos distintos compañeros de vida. 

Recuerda que la comprensión de sus naturalezas individuales es clave para crear estrategias efectivas para fomentar la amistad. Cada consejo es esencial para construir un hogar donde perros y gatos no solo cohabiten, sino que también puedan complementarse mutuamente.

Para nadie es un secreto que felinos y caninos tienen personalidades y necesidades completamente diferentes, por lo que en ocasiones puede llegar a ser muy tensionante el encuentro entre estas dos especies. 

La primera recomendación de los expertos para lograr una adaptación armoniosa entre un perro y un gato es que ambos sean cachorros al momento del primer encuentro, esto facilitará la convivencia, pero se sabe que esto no siempre es posible, por lo que deberás tener en cuenta otros consejos:

1. Planificar el encuentro 

De acuerdo con la entrenadora de perros Zoé Sandor y el experto en gatos Jackson Galaxy, del programa de televisión de Animal Planet ‘Cat Vs. Dog’, este primer encuentro se debe dar en un ambiente tranquilo y sereno para ambas mascotas. 

Según Galaxy, una buena forma de realizar el primer encuentro es mientras ambos comen, pero manteniéndolos separados por una puerta cerrada. Aunque no puedan verse, podrán olfatearse, lo que les permitirá comenzar a asociar el olor del otro con la comida, generando una reacción positiva. 

2. Entrenar al perro

Los gatos son menos dóciles que los perros, por lo que educar al canino para que no sea agresivo con los felinos será mucho más fácil que a la inversa. Enseñarle al perro a controlar sus impulsos como ladrar en exceso o perseguir al gato será de gran ayuda para tener una adaptación sin complicaciones. 

3. Usar feromonas

De acuerdo con un estudio realizado por expertos de la Universidad de Lincoln, en el Reino Unido, la utilización de feromonas disminuye notablemente las interacciones indeseables entre perros y gatos. 

4. Alimentarlos por separado

Una vez que el perro y el gato comiencen a adaptarse a un mismo espacio será esencial evitar encuentros agresivos, por lo que mantener sus comidas separadas será de vital importancia para evitar enfrentamientos.

5. Dar paseos continuos con el perro

Según los expertos, cuando los caninos no liberan la energía suficiente pueden ser más agresivos, por ello es recomendable sacarlos a pasear por un tiempo adecuado para estimular su tranquilidad y pasividad frente a otras especies.