¿Cómo se deben limpiar los ojos de tu perro?

Probablemente habrás notado en alguna ocasión que tu perro tiene algunas lagañas en los ojos al despertar, o que han aparecido de un momento a otro; esto es completamente normal pero, así como sucede con los seres humanos, deben ser retiradas para evitar una infección o que se lastime al intentar quitarlas por sí mismo.

Y es que esta no es la única ocasión en la que debes limpiar los ojos de tu can, pues lo ideal es que dicha acción se convierta en una rutina de higiene para prevenir cualquier afección a futuro. Para ello, debes aprender a hacerlo de la forma correcta para no lastimarlo, siguiendo algunos consejos.

Consejos para limpiar los ojos de tu mascota

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Los ojos son una de las partes del cuerpo más sensibles, por lo cual debes limpiarlos suavemente y sin estresarte; además, debes ganarte la confianza de tu perro para que no huya cada que quieras llevar a cabo este proceso.

• Utiliza tus dedos índice y pulgar para abrir con delicadeza el ojo de tu mascota, así podrás observarlo muy bien.
• Puedes utilizar una gasa o un algodón remojados en suero fisiológico, o solo en agua. 
• Si observas la presencia de lagañas, debes limpiarlas de adentro hacia afuera con una o varias pasadas, pero siempre en el mismo sentido.
• Cuando las lagañas están muy pegadas al ojo, calienta un poco el líquido que estás empleando para limpiar sus ojos; asegúrate de que no sea demasiado caliente, solo debe estar un poco tibio.

¿Cómo identificar un problema ocular?

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Este proceso de limpieza con regularidad te permitirá estar atento a posibles afecciones en sus ojos; una detección a tiempo será clave para que el problema no esté tan avanzado y su veterinario pueda recetarle un tratamiento. Para ello, debes aprender a identificar las siguientes señales:

• Lagrimeo excesivo.
• Parpadeo frecuente.
• Se frota los ojos con sus patas o con cualquier otro objeto.
• Le duelen al tocárselos.
• Es sensible a la luz.
• Enrojecimiento excesivo.
• Secreciones.
• Color blanco u opaco del ojo.
• Inflamación de los párpados.
• Costras.
• Hundimiento de los ojos.
• Pérdida de pelo en la zona que rodea el ojo.
• Consistencia blanda o dura del ojo.