¿Cómo saber si un gato padece de artritis?

La artritis es una enfermedad basada en una inflamación de las articulaciones que llega a producir un dolor intenso en la persona que la padece pero, ¿sabías que también puede darse en los animales?

Efectivamente, los gatos también pueden llegar a enfermarse de sus articulaciones y esta enfermedad se conoce como osteoartritis felina; de hecho, afecta a casi el 85% de estos animales, por lo general en edades avanzadas, tal como sucede con los humanos.

Por ello, es importante que si tienes un gato aprendas a identificar las señales que revelan que tu mascota está sufriendo de esta enfermedad, para poder proporcionarle un tratamiento ideal y disminuirle las molestias.

Los síntomas

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Identificar la enfermedad puede ser algo complicado pues los gatos suelen ser animales que no demuestran con frecuencia cuando algo les duele, razón por la cual cuando los síntomas son evidentes puede ser un indicio de que la artritis ya está muy avanzada. 

No obstante, los años no deben ser motivo para atribuir todo lo que le pase a dicha condición, lo recomendable es que seas capaz de hacer un diagnóstico inicial observando su comportamiento y llevándolo lo más pronto posible al veterinario para que sea revisado, en caso de que notes alguna de estas señales:

• Se mueve poco: si bien es cierto que los gatos en una avanzada edad no van a jugar ni moverse igual que cuando eran unos bebés, tampoco es algo normal siempre, puede tener problemas con sus articulaciones y necesitará de un chequeo.
• Está muy subido de peso: este no es un síntoma de la artritis pero si es algo que puede desencadenarla, pues sus articulaciones no serán capaces de soportar el peso.
• Le cuesta levantarse, caminar y saltar: realiza este tipo de acciones pero cada vez le cuesta más hacerlo, aún si no está pasado de peso.

Tratamiento 

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Tu veterinario será el encargado de determinar el tratamiento ideal para tu gato si llegara a ser diagnosticado con artritis; de hecho, seguramente hará un estudio con rayos X para detectar la dolencia. No obstante, tú también puedes contribuir con algunas cosas:

• Ayúdalo a bajar de peso para que sus articulaciones no se vean afectadas
• Debes mantenerlo en constante actividad física para estimular sus articulaciones. Ten en cuenta que debe ser ejercicio suave para que no enferme más.
• Es importante que lo mantengas siempre abrigado y seco, pues el frio puede agravar la enfermedad. 
• Asegúrate de que el lugar en el que duerme es cómodo y acolchado.
• Proporciónale los medicamentos recetados por el veterinario con la regularidad necesaria.