Revelan el cruel secreto detrás del video viral del perro que camina en dos patas

Es muy común ver cómo las personas humanizan cada vez más a las mascotas, comprándoles una gran cantidad de ropa, poniéndolos a usar zapatos o, incluso, enseñándoles a llevar a cabo actividades propias de las personas, no de los animales. 

Y esto resulta ser algo tierno para quienes lo hacen y quienes los observan, pues también se ha vuelto costumbre compartir cada uno de los hechos que tienen que ver con las mascotas en redes sociales, por medio de videos o fotos que, gracias a la ternura y la belleza de estos seres, rápidamente se vuelven tendencia en internet.

No obstante, si bien hay cosas que a simple vista parecen normales e inofensivas, tienen toda una serie de consecuencias o sufrimientos de los animales de fondo, por lo cual se hace tan necesario que la sociedad deje de apoyar este tipo de conductas. 

Esto es lo que sucede con Smol Bean, un pequeño perro en china que se volvió un éxito viral cuando diversas personas compartieron un video en el que se le observa caminando por las calles en dos patas, incluso durante largos periodos de tiempo, cuando todos saben que la naturaleza de los canes es caminar sobre sus cuatro patas. 

De hecho, no solo se trata de este material publicado, pues hay varias cuentas en Instagram dedicadas a exhibir a este animal con diversos disfraces y siempre en la misma condición, caminando sobre sus dos patas, incluso, acompañado de otro perro de la misma raza haciendo exactamente lo mismo.

Lo que para muchos parecía ser en un principio algo tierno, tiene una explicación de fondo que resulta desencadenando un maltrato animal pues, según se revela en denuncias realizadas por algunos usuarios, los dueños de estos perros los castigan de forma severa y los ponen bajo presión física para enseñarlos a caminar en dos patas.

Al parecer, cuando los animales intentan volver a la posición en la que se sienten cómodos, es decir sobre sus cuatro patas como lo hace cualquier otro de su misma especie, son maltratados para hacerles creer que está mal. 

El problema es que Smol Bean solo es uno de la gran cantidad de perritos que hacen parte de esa larga lista de maltrato, con el fin de convertirlos en una figura mediática o satisfacer los crueles caprichos de sus propios dueños.