Por: Karen Benavides • Colombia.com

En México, perros son entrenados para buscar y rescatar personas atrapadas bajo los escombros

Aprovechando su desarrollado olfato e increíble inteligencia, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) entrena perros para buscar y rescatar personas.

Perros en México son entrenados para buscar personas bajo los escombros. Foto: Shutterstock
Perros en México son entrenados para buscar personas bajo los escombros. Foto: Shutterstock

Aprovechando su desarrollado olfato e increíble inteligencia, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) entrena perros para buscar y rescatar personas.

A propósito del reciente terremoto ocurrido en México, el cual se dio el pasado lunes, 19 de septiembre, con una magnitud de 7,7, y que ya deja dos fallecidos, 10 heridos y numerosos daños materiales, vale la pena resaltar y recordar la increíble función de los caninos entrenados en dicho país para atender este tipo de tragedias, dedicándose a encontrar y rescatar personas que puedan estar atrapadas bajo los escombros.

Fue, precisamente, en el año 1986 que se creó la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de Personas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), luego de los sismos que tuvieron lugar en el año 1985; de hecho, fueron veterinarios universitarios los que tomaron la iniciativa al ver que había escasez de un equipo especializado para la búsqueda y la atención de las personas durante las catástrofes.

“Nace del requerimiento de ver que vinieron equipos caninos de otros países como Estados Unidos, Canadá, Suiza y Francia a apoyarnos; vieron que era eficiente, al principio se tenían carencias técnicas, pero se empezó a avanzar y la Universidad inició con esos primeros pasos”, dio a conocer Julio Alejandro Velázquez Rodríguez, según el portal ‘Unión CDMX’.

Es importante mencionar que los caninos que allí son entrenados, que generalmente son las mascotas de voluntarios que llegan al lugar o de estudiantes, cuentan con una certificación externa que les permite salir a operar por parte de la Organización Internacional de Perros de Rescate (IRO), la cual califica sus habilidades de rastreo, su obediencia y su destreza.

Sobre su entrenamiento

Según cuenta Velázquez, en algunos el entrenamiento puede comenzar desde cachorro, estimulando sus patas, orejas y cola con toallitas de agua tibia, luego se pasa a zonas oscuras y húmedas, así como obstáculos, todo esto pasando constantemente entre llantas, escombros, torres y bajadas de rapel; de esta forma los preparan para que con su olfato, detectando concentración de CO2 indiquen a su guía con un ladrido u otro gesto la presencia de una persona atrapada.

Y es que, para nadie es un secreto que el olfato de estos seres es increíblemente desarrollado, de hecho, tal como lo dan a conocer expertos del portal ‘Clínica Veterinarium’, “se calcula que estos animales tienen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, una cifra impresionante si la comparamos con los 5 millones que tenemos las personas”.

Lo que hace que el olfato del perro sea tan potente es que, en sus fosas nasales, los canes tienen unas estructuras óseas en forma de espiral, llamadas cornetes, que se encuentran recubiertas por una mucosa con muchos pliegues. Gracias a estas estructuras óseas y a estos pliegues, la superficie de su mucosa olfatoria aumenta notablemente y, en consecuencia, también se multiplican sus receptores olfativos.

Baco y Gala, dos pastor belga, son los veteranos del grupo de perros rescatistas de la UNAM, y han ayudado en la búsqueda de personas en diferentes sucesos, como los sismos de 2017, las explosiones de la Torre de Pemex en 2013, el hospital de Cuajimalpa, y el deslave del cerro del Chiquihuite en 2021.

Como ellos son muchos los caninos que constantemente llegan a dicho lugar para ser entrenados, incluso los de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, el equipo del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas de la ciudad de México, y la Cruz Roja Mexicana, para aprovechar el eficiente simulador de la UNAM, según el mismo medio.