Por: Karen Benavides • Colombia.com

Estudios demuestran que la caca de gato podría ayudar a curar el cáncer

Gracias a un parásito, la caca de los gatos podría revolucionar la medicina.

Caca de gato para combatir el cáncer. Foto: Shutterstock
Caca de gato para combatir el cáncer. Foto: Shutterstock

Gracias a un parásito, la caca de los gatos podría revolucionar la medicina.

Con el paso del tiempo, cada vez son más los casos de personas que padecen de enfermedades como el cáncer alrededor del mundo, por lo cual también hay cada vez más estudios para dar con una cura que pueda finalizar con este problema por el que millones de familias deben atravesar.

Ante dicha necesidad, un equipo de científicos de la Geisel School of Medicine at Dartmouth-Hitchcock Medical Center (EEUU), descubrió la presencia de un parásito en las heces de los gatos que podría ser muy beneficioso para combatir el cáncer mediante una vacuna.

Se trata del Toxoplasma gondii, un protozoo que vive en los intestinos de los animales de sangre caliente, pero en especial en el de los gatos. Lo curioso es que este tipo de organismo podría convertirse en la clave para desarrollar una cura para esta enfermedad por la gran cantidad de propiedades anticancerígenas que posee.

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Pero, ¿cómo funciona? Todo se basa en la entrada del parásito al cuerpo humano pues, a pesar de que el cáncer deteriora el sistema inmunológico de la persona, este parásito vuelve a activarlo deteniendo el progreso de la enfermedad; esto sucede pues entra a crear nuevas células que pueden llegar a combatir los organismos malignos.

La mala noticia es que aún no se han realizado pruebas directas en pacientes que padecen este mal, debido a que este parásito también puede llegar a provocar una toxoplasmosis, y un paciente con cáncer tiene una gran debilidad inmunológica que lo hace muy vulnerable.

Es por esta razón que, hasta el momento, las pruebas se han realizado en ratones, para lo cual crearon un parásito mutante denominado ‘cps’, que no puede replicarse; esto fue llevado a cabo con el fin de asegurarse de que funcionaba para la creación de la vacuna sin poner en riesgo la salud de las personas.

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Al respecto, David J.Bzik, coautor del estudio afirmo que “los cánceres agresivos parecen rápidos descarrilamientos de trenes en movimiento. Cps es microscópico, pero súper fuerte, el héroe que atrapa los trenes descarrillados, detiene su progresión y las encoge hasta que desaparezcan”.

Además, “las células de caballo de troya que albergan cps serán devueltas al paciente como una vacuna contra el cáncer para generar las respuestas inmunes ideales necesarias para erradicar sus células cancerosas y también para proporcionar inmunidad de por vida contra cualquier repetición futura del cáncer”, agregó.