Estos son los casos en los que es recomendable aplicar la eutanasia a una mascota

La pérdida de un animal de compañía es una de las situaciones más dolorosas que una persona puede experimentar; sin embargo, el dolor se incrementa cuando el cuidador es quien debe tomar la decisión de liberar al animal de su sufrimiento a través de la muerte asistida, también conocida como eutanasia.

Son muchos los países en los que la eutanasia animal es legal; sin embargo, las mascotas deben cumplir con determinados requisitos para recibirla. Algunos de los casos en los que se puede recurrir a este procedimiento son: si el animal padece problemas de salud graves o enfermedades crónicas que empeoran su calidad de vida, cuando tiene un comportamiento excesivamente agresivo, incontrolable y peligroso o si se encuentra en condiciones de vida inaceptables.

La causa más común por la que los dueños de mascotas deciden aplicar la eutanasia paliativa es ante una enfermedad terminal como el cáncer, que deteriora las funciones del cuerpo y termina siendo muy doloroso. 

En Colombia, la eutanasia está regulada por el artículo 19 de la Ley 576 de 2000, que establece que este “procedimiento podrá aplicarse como medida sanitaria en caso de enfermedades zoonóticas, que comprometan la salud pública o constituyan fuente de propagación de enfermedades transmisibles o exóticas para los animales”.

Algunas categorías que se deben evaluar para tomar la decisión, según Alice Villalobos, veterinaria especializada en oncología, en entrevista con el periódico estadounidense ‘The New York Times’, son: el nivel de dolor físico que experimenta el animal, la conducta alimentaria; es decir, si puede comer con normalidad, el estado de ánimo, la capacidad de movilidad y las alteraciones de comportamiento. 

Cuando la mascota pierde todas estas capacidades y ya no puede realizar ninguna actividad por sí mismo, es momento de estudiar la posibilidad de aplicar la eutanasia para evitar un sufrimiento mayor.

Una vez tomada la decisión, se recomienda brindarle un acompañamiento oportuno al animal hasta el último momento de su vida, con el objetivo de que su partida sea lo más tranquila posible.

“Son unos momentos complicados, pero si hay un momento en el que debemos estar con ellos es precisamente ahora (en la eutanasia) porque es cuando nos necesitan más que nunca (...) Si alguna cosa les debemos, es estar a su lado en esta última de sus últimas etapas”, indica el adiestrador canino Albert Vilardell, en entrevista con el diario español ‘La Vanguardia’.