Maltrato animal: casi 40 perros callejeros y caseros han sido encontrados muertos en Soacha

Un nuevo caso de maltrato animal masivo se ha presentado en el país; en esta ocasión corresponde a la denuncia realizada por residentes del barrio El Limonar, en el municipio de Soacha, Cundinamarca, por el hallazgo de entre 30 y 40 perros muertos, algunos de ellos con señales de maltrato en su cuerpo.

“Los primeros perros que murieron los mataron a palo; otros fueron envenenados, e incluso, hay quienes denuncian que les botaron veneno a los perros que estaban en las terrazas, dentro de las casas de sus dueños, para matarlos”, cuenta Rosa Cárdenas, una de las vecinas del sector, para el diario El Tiempo; según esta mujer, la aparición de los cadáveres inició el 25 de noviembre.

Según algunos de los relatos de los habitantes del lugar, todo comenzó cuando encontraron dicho día algunos perros que habían sido asesinados, aparentemente, con objetos contundentes, y en la misma noche intentaron envenenar a algunos otros; no obstante, estos indignantes y macabros sucesos no quedaron ahí pues dicha escena se repitió durante varios días.

Al ver la frecuencia con la que se daban estos hallazgos y la crueldad con la que fueron tratados estos inocentes animales, los vecinos de dicho barrio del municipio de Soacha decidieron alertar a las autoridades, según cuentan, sin obtener respuestas ni una atención inmediata como lo requería el caso.

Y es que, aunque estos hechos no se han repetido y los asesinatos de los canes cesaron, los denunciantes temen que tras haberse hecho viral la situación dichas personas malintencionadas retomen estos actos y los animales vuelvan a correr peligro; sin embargo, siguen sin obtener una respuesta por parte de las entidades competentes.

“Es muy lamentable porque fueron muchos animales envenenados, nadie nos quiso ayudar hasta ahorita porque algunas vecinas y vecinos publicamos en nuestras redes sociales y pudimos así contar lo sucedido… El 26 de noviembre alertamos a los patrulleros. Los llevamos hasta donde estaban los perritos muertos y pedimos ayuda; nos respondieron que como no había certeza de quién lo había hecho era muy difícil actuar”, afirma Rosa Cárdenas.

Ahora la preocupación de la comunidad de este barrio de bajos recursos es por la salud, no solo de los animales, sino también de las personas que allí residen, especialmente la de los niños que están constantemente en las calles, considerando que también están expuestos al veneno que le están dando a los canes, y a los actos de estos seres inescrupulosos.

“La angustia es que, así como envenenaron a los animales y les tiraron comida, de pronto algún niño pueda recoger eso y lo pueda consumir. Aquí no tenemos agua potable, es de un nacedero y pues se maneja por manguera. El tanque no tiene tapa y es muy peligroso”, agrega Cárdenas.