"Bella Ciao": La historia de la canción de protesta que trascendió generaciones
"Bella Ciao", una canción que suena en las marchas y que está arraigada en la lucha y la resistencia.
"Bella Ciao", una canción que suena en las marchas y que está arraigada en la lucha y la resistencia.
'Bella Ciao' es una canción que seguramente muchas personas han escuchado, este ritmo se hizo aún más conocido y ganó fama gracias a la serie española mundialmente conocida "La Casa de Papel", pero su historia y significado político van mucho más allá de eso y es por eso que la canción suena en varias protestas y marchas.
Esta canción es de origen italiano y lleva consigo un legado histórico y una profunda carga política que ha resignificado su valor como canción nada más y le da ha dado un valor aún más grande, en español, ‘Bella Ciao’ traduce chao bella. Fue un himno de la resistencia italiana contra el fascismo de Benito Mussolini y las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Es decir, esta canción fue por décadas un himno de rebeldía y la narrativa relata que los partisanos italianos adoptaron los versos de este himno como símbolo de resistencia contra el fascismo de Mussolini y la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, las raíces de la melodía se remontan al siglo XIX.
Puntualmente, fueron los partisanos de la Brigada Maiella, en la región de Abruzos (este de Roma), y la Brigada Garibaldi, en la zona de las Marcas, territorio situado entre los montes Apeninos y el mar Adriático, los que comenzaron a entonarla mezclando melodías tradicionales con una letra reivindicativa, así lo asegura el medio RTVC Noticias.
Y es que hasta el momento, la información disponible sugiere que la primera ocasión en que la canción resonó en un evento público fue después de la guerra, específicamente en el Festival de la Juventud de Berlín en 1948.
Desde entonces, este himno ha perdurado a lo largo del tiempo, trascendiendo fronteras y convirtiéndose en un éxito global y su significado como un símbolo de resistencia antifascista ha resonado en todo el mundo, extendiendo su impacto más allá de las fronteras italianas y llegando a todos los países del mundo.