Conozca a la banda de hombres transexuales 250 miligramos

Thomas arma la batería, Andrés mueve cables y atriles por toda la sala, y Jhonnatan carga los amplificadores y así van iniciando su ensayadero, para darle vida a 250 Miligramos.

Colombia.com - Música
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Thomas arma la batería, Andrés mueve cables y atriles por toda la sala, y Jhonnatan carga los amplificadores y así van iniciando su ensayadero, para darle vida a 250 Miligramos.

Sus inicios son como los de cualquier banda, pero lo particular es que todos ellos con hombres transexuales que se reúnen todos los martes y viernes para ir puliendo sus temas y letras.

Andrés confesó como fueron los incios de su cambio desde el colegio: "La cuestión del nombre es importante. Me llamaba Angie Paola. En el colegio me decían solo Angie y era la persona excluida, invisible y tímida. Me gustaba mucho como sonaba Andrés, y cuando lo decía empecé a sentir que era yo”.

Por parte de Jhonnatan, bajista y comentó que en los noventa estudió en un colegio femenino, en una época en la que no existía información sobre hombres trans. "Sucedió que me convertí en el único niño en un colegio de niñas, porque así me leían mis compañeras”.

“No voy a decir mi anterior nombre porque esa persona está muerta para mí”, dice Jhonnatan, casado por la Iglesia y con una hija de 21 años. Fue hasta cuando cumplió 38 que se dio cuenta que era un hombre trans.

En cuanto a la conformación de la banda contaron que su primer presentación fue en el Park Way y algunos la recuerdan como una pesadilla y otros como una anécdota divertida. “Nos desafinamos, nuestros amigos nos apoyaron pero estábamos muertos del susto.  Lo hicimos a pesar de que solo teníamos tres canciones”.

“Me acuerdo que estábamos asustados por la primera presentación, pero pienso que no fue tan estresante porque yo sabía con qué tiempo íbamos, no me iba a poner a exigir, no tenía que sonar perfecto porque la música es un proceso”, dice Ale otro integrante de la banda.

Pero destacan que ahora no son la misma banda, ahora son mucho más maduros musicalmente. Después del episodio en el Park Way vino una gran presentación en el Planetario Distrital, por motivo del lanzamiento del primer calendario de hombres trans. El público respondió con bailes, aplausos y gritos. Todos lo recuerdan como un gran momento, porque significó muchas semanas de ensayos.

Viviana, el único integrante que no es trans de la banda y reafirmó su gusto por ser parte de la banda “No puedo dejar de ir a los ensayos porque me encanta tocar. En mi trabajo estoy con personas vulnerables, la música me aleja de muchos problemas”.

Viviana se ganó su lugar como vocalista luego de que su prima Liliana abandonara el grupo. Pero además de ser la vocalista, Viviana también cumple otra función especial en la banda: es la enfermera del grupo. Cada vez que toca, dependiendo del ciclo de cada uno, Viviana alista jeringa y aguja para cargar 250 miligramos de testosterona e inyectárselos a los cuatro miembros del grupo que son hormonados: Thomás, Andrés, Gustaff y Jhonnatan.

Gustaff tiene 30 años, pero parece alguien de 19. Cuando comenzó a construir su identidad, tardó un tiempo en encontrar un nombre. Buscó mucho y dice que su nombre lo encontró a él. Hubo barreras para que pudiera acceder al trabajo, le cerraron muchas puertas. Dice que no era por falta de aptitudes, sino porque en su hoja de vida había un nombre femenino. “Mi tratamiento hormonal es lo mejor que me ha pasado, al principio me vendaba el pecho todos los días, pero luego logré hacerme la mastectomía y fui feliz”, dice Gustaff.

En cuanto a su trabajo como banda hicieron una versión del tema de Gloria Trevi 'Todos me miran' 

Gustaff dijo ¿y si le cambiamos la letra? Sí, que en vez de Me solté el cabello, que diga Me corté el cabello- respondió Andrés.

Me corté el cabello… me fajé las tetas- propuso Thomas.

¡Cambié los tacones por unas punteras! – dijo Ale.

Y este fue el resultado en el cover de 'Todos me miran':

Me corté el cabello, me fajé las tetas

Cambié los tacones, por unas punteras

Caminé a la farmacia, me inyecté la testo

Me cambié de nombre, y me creció la barba

Y miré la noche ya no era oscura, y deje de ser ella.

 

Con información de La revista Semana

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