Por: Alexandra Méndez • Colombia.com

Santa Margarita María de Alacoque: poderosa oración para fortalecer tu fe

Encomiéndate a esta santa para encaminarte por el camino de Dios y tener una vida de gozo. 

Oración a Santa Margarita María de Alcoque para fortalecer la fe. Foto: Shutterstock
Oración a Santa Margarita María de Alcoque para fortalecer la fe. Foto: Shutterstock

Encomiéndate a esta santa para encaminarte por el camino de Dios y tener una vida de gozo. 

Santa Margarita María de Alacoque, nacida el 22 de julio de 1647 en el pueblo de Verosvres, fue una religiosa conocida principalmente por sus visiones místicas del Sagrado Corazón de Jesús. Su deseo de conversión a la religión inició a muy temprana edad tras sufrir diversos quebrantos de salud que la acercaron a Dios. En 1671 ingresó al convento de la Orden de la Visitación en Paray-le-Monial.

Después de internarse en el convento, comenzó a tener experiencias místicas en las que Jesús le reveló su deseo de instaurar la devoción a su Sagrado Corazón. Aunque en un inicio fue incomprendida por la iglesia, posteriormente se le reconoció su autenticidad.

Esta santa es conocida por conceder milagros como la sanación de enfermedades físicas y espirituales. Muchos devotos se encomiendan a María Margarita para fortalecer su fe. Si quieres manifestarle un deseo de corazón en su día, que se celebra el 16 de octubre, a continuación te compartimos una poderosa oración de la web Devocionario Católico. 

Oración a Santa Margarita María de Alacoque

¡Oh Bienaventurada Margarita María! Depositaria venturosa del tesoro de los cielos, el Corazón Divino de Jesús, permite que, considerándote mi hermana, en este incomparable amor, te ruegue me des con generosidad, la parte que me corresponde en esa mansión de infinita caridad. 

Confidente de Jesús, acércame tú al Sagrario de su pecho herido; Esposa de predilección, enséñame a sufrir por la dilatación de aquel reinado cuya causa te confió el Maestro. 

Apóstol del Sagrado Corazón, consígueme que se realicen conmigo las promesas que en beneficio de su gloria, te hizo ochenta y siete veces el Amado; Discípula regalada del Divino Corazón, enséñame la ciencia de conocerlo como lo conociste tú, en el perfecto olvido de mí mismo y de la tierra. 

Víctima del Corazón de Jesús Sacramentado, toma el mío, y ocúltalo en la llaga donde tú viviste, compartiendo ahí las agonías del Cautivo del amor, de Jesús-Eucaristía. El, te dijo, hermana muy amada, que dispusieras en la eternidad del cielo, de este otro cielo, el de su Corazón Sacramentado.

¡Oh Margarita María! entrégamelo, pues, para consumirme en ese incendio, dámelo para llevarlo como vida redentora a los pobres pecadores y como glorificación de ese mismo Corazón Divino a las almas de los justos. ¡Ah, sí! compartamos, hermana mía el mismo sacrificio, el mismo apostolado, el mismo paraíso del Corazón Divino de Jesús: venga a nos su reino.