Clubhouse: "en la mira" por poca protección a los datos en su plataforma
Un crecimiento 'viral' de una aplicación siempre trae consigo, problemas legales, como efectos laterales de su expansión.
Un crecimiento 'viral' de una aplicación siempre trae consigo, problemas legales, como efectos laterales de su expansión.
La app más "trendy" del momento, Clubhouse, ha tenido un crecimiento exponencial y no es raro, que cuando esto ocurre, las dudas sobre su privacidad y protección de datos se ponga en "tela de juicio".
"No importa qué derechos y libertades se establezcan en estas disposiciones porque la CCPA tiene como objetivo proteger solo a los residentes de California", explica el comisionado de Hamburgo, Alemania, de Seguridad de Datos y Libertad de Información, Johannes Caspar.
Según detallan medios internacionales, Clubhouse fue desarrollada hace menos de un año en California (EE.UU.) por el empresario de Silicon Valley, Paul Davison y el ex empleado de Google Rohan Seth.
Lo que se sabe es que esta red social se rige legalmente por la Ley de privacidad del consumidor de California (CCPA), que no es aplicable en Europa, y por este pequeño detalle estarían puestos a "verificación" del cumplimiento del Reglamento General Europeo de Protección de Datos, que podría incurrir en 20 millones de euros por "incumplir" las normativas.
Ahora bien, a Clubhouse le está empezando a ocurrir lo que antes sucedió a gigantes como Twitter, Snapchat y Facebook: a un crecimiento viral le prosiguen los problemas legales a causa de su expansión.
¿Cómo funciona? Un usuario debe invitar a un tercero, el usuario debe permitir que la aplicación acceda a su libreta de contactos y esta información se transmite a Clubhouse para crear "perfiles en la sombra", es decir, para almacenar información sobre los interesados que ni siquiera se han registrado en la aplicación, según explica en su página web Reuschlaw Legal Consultants (Berlín).
"Es irresponsable que los usuarios compartan sus contactos solo para recibir nuevas invitaciones. Espero que las agencias de protección de datos europeas vayan tras la aplicación y les multen", señala el fundador del blog alemán de libertad digital Netzpolitik, Markus Beckedahl.