Por: Camila Mendez Sastoque • Colombia.com

La muerte cósmica: Científicos registran el devoramiento de un planeta por su estrella

En un asombroso giro de eventos, los astrónomos han logrado captar directamente la muerte de un planeta a manos de su estrella anfitriona.

Foto: BBC / reuters
Foto: BBC / reuters

En un asombroso giro de eventos, los astrónomos han logrado captar directamente la muerte de un planeta a manos de su estrella anfitriona.

Los astrónomos han logrado presenciar un acontecimiento cósmico de una magnitud inigualable: la muerte de un planeta. Este extraordinario evento se llevó a cabo a una distancia de aproximadamente 12.000 años luz de la Tierra, en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, cerca de la constelación de Aquila. Aunque los científicos ya habían observado estrellas después de haberse "comido" planetas, esta es la primera vez que han tenido la oportunidad de captar un planeta mientras es devorado por su estrella anfitriona.

Durante el estudio, un equipo de investigadores compuesto por científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de California hizo un descubrimiento sorprendente de manera fortuita. En un principio, observaron una estrella que experimentó un aumento repentino de brillo, más de 100 veces su luminosidad normal, en tan solo 10 días.

A través de observaciones adicionales, los científicos determinaron que el planeta que desapareció era un gigante gaseoso con una masa similar a la de Júpiter, que completaba una órbita en solo un día debido a su cercanía extrema con su estrella.

La estrella, que comparte características similares con nuestro Sol, devoró al planeta en un lapso de aproximadamente 100 días. El proceso comenzó con la estrella mordisqueando los bordes del planeta, lo que resultó en la expulsión de polvo. Durante los últimos diez días del proceso, tuvo lugar una explosión brillante mientras el planeta era completamente destruido al sumergirse en el interior de la estrella.

Según los expertos, este descubrimiento proporciona una visión intrigante sobre el destino de los planetas, incluyendo la Tierra. Se estima que la mayoría de los planetas encuentran su fin cuando sus estrellas anfitrionas se quedan sin energía, un destino que se espera que también ocurra a nuestro planeta dentro de miles de millones de años. Sin embargo, los científicos aclaran que el evento será mucho menos dramático en el caso de la Tierra y otros planetas rocosos, como Mercurio y Venus, debido a su tamaño mucho más reducido en comparación con los gigantes gaseosos.