Ciencia y astronomía: Llamaradas estelares podrían dar signos de vida en otros planetas
Una nueva investigación reveló que las llamaradas estelares podrían revelar hasta vida extraterrestre en los planetas.
Una nueva investigación reveló que las llamaradas estelares podrían revelar hasta vida extraterrestre en los planetas.
Las llamaradas emitidas por una estrella anfitriona de un planeta, aunque violentas e impredecibles, no necesariamente evitan que se forme vida, señala una investigación de la revista "Nature Astronomy".
En la Tierra, las llamaradas del Sol a veces dañan los satélites e interrumpen las comunicaciones por radio, mientras que en otras partes del Universo, las llamaradas también tienen la capacidad de agotar y destruir gases atmosféricos, como el ozono.
Sin el ozono, los niveles dañinos de radiación ultravioleta (UV) pueden penetrar la atmósfera de un planeta, disminuyendo así sus posibilidades de albergar vida en la superficie.
Al evaluar las llamaradas de estrellas distantes observadas, un equipo de la Universidad de Northwestern (EE.UU.) descubrió que esas erupciones podrían desempeñar un papel importante en la evolución a largo plazo de la atmósfera y la habitabilidad de un planeta.
"Comparamos la química atmosférica de los planetas que experimentan llamaradas frecuentes con los planetas que no experimentan llamaradas. La química atmosférica a largo plazo es muy diferente", dijo Howard Chen, uno de los autores del estudio.
"Las llamaradas continuas en realidad impulsan la composición atmosférica de un planeta a un nuevo equilibrio químico", añadió.
Por su parte, otro experto, Daniel Horton, señaló que descubrieron que "las erupciones estelares podrían no excluir la existencia de vida" y que, en algunos casos, "la quema no erosiona todo el ozono atmosférico", por lo que podría darse la vida.
Todas las estrellas, incluido el propio Sol, liberan energía, pero con un impacto mínimo para el caso de la Tierra.
"Nuestro Sol es más un gigante apacible. Es más viejo y no tan activo como las estrellas más jóvenes y más pequeñas. La Tierra también tiene un campo magnético fuerte, que desvía los vientos dañinos del sol", dijo Allison Youngblood, astrónoma de la Universidad de Colorado.
Para que los planetas puedan albergar vida, deben estar lo suficientemente cerca de una estrella para que su agua no se congele, pero no tan cerca como para que el agua se evapore.
"Estudiamos los planetas que orbitan dentro de las zonas habitables de las estrellas enanas M y K, las estrellas más comunes del universo", dijo Horton.