EE.UU: Lanzan al mercado las primeras latas que se enfrian solas

Este nuevo sistema permite enfriar el líquido en su interior cuando la persona lo desee. 

Foto: Pixabay
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Este nuevo sistema permite enfriar el líquido en su interior cuando la persona lo desee. 

La empresa californiana The Joseph Company, especializada en tecnología y alimentación, ha lanzado un sistema con el que busca solucionar el problema de conservar las bebidas en una temperatura agradable para consumirla en cualquier momento.

Esta sería 'la primera lata del mundo que se enfría sola', asegura la compañía en su sitio web, una iniciativa que ha logrado un reconocimiento especial de la NASA, un premio de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés), y otro del ejército estadounidense.

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Tras dos décadas de pruebas, lograron perfeccionar la 'MicroCool', como han llamado a este tipo de lata que ahora se usa para comercializar café helado. 

¿Cómo se logra mantener frio?

La lata tiene una pieza en su base que se gira y hace que libere dióxido de carbono (CO2) en en un depósito interno del recipiente que enfría el líquido hasta 16° en un lapso de menos de dos minutos.

"Consumidores en zonas con refrigeración limitada, participantes en actividades como camping, pesca o navegación, y pequeños comerciantes comprenderán el impacto que la autorrefrigeración representa hoy día para la sociedad", asegura la firma estadounidense.

El sistema añade un peso de 150 gramos al peso total de la lata. Este tipo de tecnología aunque es nueva, no es el primer intento en fabricarla.

En 2012, la misma compañía, intentó crear unas latas con capacidad de autorrefrigeración para la multinacional estadounidense PepsiCo, sin embargo, usaron un compuesto muy contaminante: un gas llamado HFC-134a.

Este tipo de gas hidrofluorocarbono es muy negativo para el efecto invernadero y se incorpora en la fabricación de algunos vehículos, señalado por la ONG ambientalista Greenpeace, como un químico que aunque no daña la capa de ozono, tiene una alta incidencia en el calentamiento global. 

Estas latas, cuyo nombre comercial es Chill-Can (lata que enfría), ya se venden en las estanterías de la cadena de supermercados estadounidense 7-Eleven en 15 tiendas en el área metropolitana de Los Ángeles, California.