Montañas Azules de Australia empiezan a renacer de sus cenizas

Las Montañas Azules de Australia renacen poco a poco de sus cenizas siete meses después de los incendios que arrasaron parte de este paraje natural de gran importancia ecológica y turística.

Las Montañas Azules de Australia renacen poco a poco de sus cenizas siete meses después de los incendios que arrasaron parte de este paraje natural de gran importancia ecológica y turística.

Los residentes en este paisaje de bosques y montañas, situado en el estado de Nueva Gales del Sur (sureste), trabajan duro para rehacer sus vidas tras los fuegos que destruyeron 212 viviendas y más de 60.000 hectáreas en la cordillera el pasado octubre.

Las zonas más turísticas de las Montañas Azules (Blue Mountains), que forman parte de un área declarada patrimonio de la humanidad, no se vieron afectadas, pero el fuego causó importantes pérdidas económicas debido a la caída de visitantes.

"La gente dejó de visitar las atracciones turísticas a pesar de que los incendios estaban lejos y también cancelaron sus bodas y sus fiestas, lo que hundió a nuestra economía", explica a Efe el presidente del organismo oficial de turismo Blue Mountains, Daniel Myles, en la localidad de Katoomba.

Aunque no se sabe a ciencia cierta cuántas de las más de 200 familias que perdieron sus casas o las más de cien a las que las llamas dañaron parcialmente sus viviendas retornarán a vivir en el lugar del desastre, se calcula, de acuerdo con datos anteriores, que probablemente un 70 por ciento lo haga.

El consejo municipal ha recibido decenas de solicitudes para comenzar las obras de reconstrucción y en muchas calles afectadas por las llamas, como Buena Vista, abundan las maquinarias de remoción de escombros y las estructuras de las casas comienzan a levantarse entre los árboles chamuscados, que también comienzan a florecer.

Decenas de voluntarios participan en las tareas de reconstrucción para tratar de reparar el daño de aquellos incendios que comenzaron el 25 de octubre y que fueron considerados los peores en los últimos 45 años.

Los fuegos afectaron principalmente a dos focos en esta jurisdicción de 27 localidades esparcidas en un territorio de 1.431 kilómetros cuadrados: Linksview y State Mine, dos áreas situadas más de 30 kilómetros de la localidad de Katoomba, la puerta de entrada de atracciones naturales como "Las tres hermanas", una formación rocosa formada por tres montículos.

Los incendios tuvieron un fuerte impacto en la economía local, especialmente en el sector turístico, ya que el declive de visitantes causó una pérdidas de unos 93 millones de dólares (68 millones de euros), según datos de la consultora Blue Mountains Economic Enterprise.

Negocios como el Scenic World, una empresa familiar afincada en Katoomba desde mediados del siglo XX y que opera el tren con más pendiente del mundo o el funicular, fueron afectados por la caída el número de visitantes, al igual las panaderías, hoteles, restaurantes y otras tantas empresas pequeñas, medianas y grandes que viven del turismo.

Uno de los casos dramáticos fue el de Nicole Hassain, una representante de una empresa de transporte turístico cuya casa y la de su hijo de 21 años fueron arrasadas por los incendios delante de sus ojos, dejándolos a los dos en la calle.

Hassain, que lucha por reactivar su negocio, comentó a Efe que perdió todo "hasta los recuerdos más preciados", un dolor al que se sumo el problema de no poder reconstruir su vivienda porque "la casa y su contenido estaba asegurado por un menor valor a lo real".

Varios de los damnificados vuelven a apostar por las Montañas Azules, a pesar de que esta área boscosa está siempre a merced de incendios en la época seca, algunos de ellos de consecuencias catastróficas como el de 2013.

La zona está plagada de plantas nativas australianas como el eucalipto, cuya facilidad para arder lo convierte en un combustible letal en los incendios aunque también se regenera de forma muy rápida, según Glenn Meade, representante del Servicio de Parques Nacionales y Vida Salvaje de Nueva Gales del Sur.

Si bien las Montañas Azules ya han vivido varios incendios en años anteriores, pero "lo importante es entender que en cualquier desastre la gente que vive aquí necesita tiempo para recuperarse y que los negocios necesitan volver a operar y tener clientes para mantener la economía viva", agregó Meade.

Por ello, la comunidad local no busca sólo reactivar su actividad comercial y turística, pero también otras formas de generar ingresos como la promoción de sus alimentos y bebidas o el impulso a la industria de artes creativas, comentó por su parte Jackeline Brinkman, directora ejecutiva de Blue Mountains Enterprise.

EFE