Por: Difusión • Colombia.com

La Selección Colombiana de fútbol obtuvo ante Ecuador un empate que sabe a derrota

El combinado cafetero obtuvo un punto que poco sirve, porque en los pronósticos de todos, se esperaba una victoria ante el buen equipo ecuatoriano y ahora el remate de las eliminatorias a Catar pinta duro, muy duro.

Colombia y Ecuador igualaron en Barranquilla. Foto: EFE
Colombia y Ecuador igualaron en Barranquilla. Foto: EFE

El combinado cafetero obtuvo un punto que poco sirve, porque en los pronósticos de todos, se esperaba una victoria ante el buen equipo ecuatoriano y ahora el remate de las eliminatorias a Catar pinta duro, muy duro.

El equipo nacional que dirige Reinaldo Rueda no rodó bien ante Ecuador, y cuando se pronosticaba una victoria, necesaria para evitar angustias en lo que resta de las jornadas clasificatorias, se logró un empate sin sabor, olor ni color pues no se ganó un punto, sino que se perdieron dos. Se esperaba un partido con goles y por cierto que el 0-0 no estaba en la mayoría de los pronósticos para marcador correcto.

La triple jornada para el combinado nacional dejó tres puntos, producto de tres empates, no marcó un gol y tampoco le marcaron, obtuvo dos buenos resultados como visitante, pero en casa y ante un rival directo como Ecuador, no pudo aprovechar el apoyo del público barranquillero y terminó sufriendo, y a empujones buscó desnivelar el marcador, cosa que al final no se pudo.

Hay que ser realistas y aceptar que se le complicaron las cosas a Colombia, no quiere decir que una victoria lo pondría en cómoda posición, pero como está de apretada la eliminatoria, las victorias en casa son imprescindibles y los resultados conseguidos en Uruguay y en Brasil, auguraban una victoria ante la difícil selección ecuatoriana dirigida por el argentino Gustavo Alfaro.

La selección colombiana no obtenía tres empates seguidos a cero goles desde 2003, época en la que era dirigida por el estratega chocoano Francisco Maturana, solo que, en aquella oportunidad, las tres paridades se consiguieron en partidos amistosos y no en oficiales como en el de la tarde del jueves.

Lo que al principio era optimismo se transformó en tensión permanente, porque Ecuador aguantaba los desordenados ataques colombianos, pero también salía con la pelota aprovechando la velocidad y la potencia física de sus delanteros, y muy temprano convirtieron al arquero antioqueño David Ospina en la figura del combinado cafetero, una constante en las últimas presentaciones en las que el golero se ha convertido en héroe y salvador de la tricolor.

El inconsistente juego colombiano y la opaca tarde de hombres como Cuadrado, Luis Díaz, Quintero, Uribe y Borré, contrastó con la buena presentación de Ospina, que sigue siendo un cerrojo en la portería nacional, y el correcto trabajo de los centrales: Cuesta, que parece tuviera 100 partidos con el equipo y al que la misión no le ha quedao cuesta arriba, y de Yerri Mina, que ha logrado salir del bache futbolístico en el que se encontraba.

Wilmar Barrios sigue siendo un hombre con gran regularidad, y su sacrificio y entrega en el mediocampo no son aprovechados por quienes generan juego ofensivo, pero a pesar de ello, el cartagenero es el bastión de la zona medular cafetera.

El VAR volvió a ser protagonista de la fecha porque le devolvió el alma al cuerpo a Colombia cuando se le concedió una pena máxima a Ecuador en el segundo tiempo, pero la rectificación del árbitro en el sistema de video hizo que el central peruano echara atrás la decisión. 

En el último suspiro Colombia anotó por intermedio de Yerri Mina, el defensa goleador de Colombia en el último mundial de fútbol, desatando la histeria en la afición y en el quipo colombiano, pero el carnaval adelantado se tuvo que frenar en seco, porque la consulta de VAR anuló la jugada por una mano previa del marcador central nacido en Guachené, Cauca.

La gente del fútbol en Colombia y también la afición saben que lo que se viene para la selección nacional es un camino complicado que podría haberse recorrido con más tranquilidad, pero como están las cosas, salvo Brasil y Argentina, tienen el camino limpio y ruedan sobre una autopista lisa, mientras que el equipo de Reinaldo Rueda, que patinó en Barranquilla, debe transitar un camino pedregoso y empinado.