Cataratas del Niágara: ¿Qué pasa cuando el agua se congela?

Las Cataratas del Niágara hacen parte de las atracciones naturales y turísticas más visitadas entre la frontera de Canadá y Estados Unidos, sin embargo, en la temporada del invierno estas suelen congelarse sin perder su mágico atractivo, pues el agua ha quedado “congelada en el tiempo” hasta que vuelva a salir el sol y se regule la temperatura.

A pesar de afrontar el invierno, estas cataratas siguen ofreciendo un gran panorama entre capas de hielo y nieve que quedaron pausadas tras la ola de frío, siendo este su aspecto, los expertos de Niagara Parks han afirmado que nunca estarán congeladas por completo, solo la capa de niebla y hielo forman la ilusión de una cascada congelada, pero el agua sigue fluyendo bajo la superficie.

Muchos viajeros suelen acercase a este punto atractivo con el fin de ver la parte fría y “estática” de las cataratas, pues la ola de frío que se ha presentado en la zona logra alcanzar hasta -25°C, haciendo que toda la superficie tenga capas y capas de agua congelada, así como nieve que se asemeja a una escultura formada por este elemento. Al estar en un estado de congelamiento es posible apreciar la cornisa del precipicio a 53 metros de altura. Incluso, el vórtice polar también se ha cubierto al rededor del Parque Estatal de las Cataratas del Niágara.

Claramente, durante esta temporada es complicado realizar las diferentes actividades que se pueden realizar, como el avistamiento de aves, hacer senderismo, pícnic, paseo en barco, entre otras, que se suelen realizar en temporada de verano y el resto del año. Aquellas personas que han llegado a este parque en invierno aconsejan ir en otra temporada para poder disfrutar de todos los espacios y evitar “morir del frío”, pues como se ha mencionado, las temperaturas suelen ser demasiado bajas.