López de Micay, el lugar de Colombia y el mundo en donde más llueve

Dicen que Dios abrió el grifo del cielo sobre López de Micay y no lo volvió a cerrar, porque esta población del departamento del Cauca no solo es el lugar en donde más llueve en el país, sino que también es la zona más lluviosa del planeta.

Mientras en muchos lugares del mundo extrañan que el agua caiga del cielo, en López de Micay es de extrañar que haya días sin lluvia y todos sus cerca de 23.000 habitantes se han acostumbrado a vivir con la lluvia todo el tiempo.

Si Bogotá, la capital de la República, es considerada por muchos como una ciudad lluviosa, realmente no se puede comparar con López de Micay, pues si en la “nevera” la lluvia que cae al año es de 800 mm, en el municipio caucano es de 13.100 mm, lo que hace entender que la lluvia en la población del Pacífico es cosa realmente seria.

El doctor en ingeniería de Recursos Hídricos de la Universidad Nacional sede Medellín, Juan David Rojo Hernández, explica que el asunto de la lluvia en López de Micay tiene una explicación científica.

“Eso tiene un sentido físico más allá de la lluvia, pues cuando llueve, desde las nubes se libera mucha energía por condensación, y si tenemos el lugar más lluvioso del mundo aquí en el país, entonces es sin duda uno de los lugares donde más energía se libera en todo el planeta”, manifiesta el ingeniero Rojo Hernández.

En el municipio caucano todo tiene color y sabor Pacífico y cuando la lluvia cae sobre los tejados de zinc produce un sonido particular, pero como en López de Micay hay sabrosura, pues se le saca ritmo a la lluvia y la vida sigue su curso.

De acuerdo con los expertos, López de Micay es una zona más lluviosa que lugares que se creían como las que tenían más precipitaciones: Cherrapunji en la India y Mount Waialeale en Hawaii.

Lo más contradictorio es que en López de Micay, población de gente afrocolombiana, cae demasiada agua y no se cuenta con servicio de acueducto que preste funcionamiento las 24 horas y con cobertura total, una total ironía que se le debe a los gobernantes de toda la vida, de modo que las aguas lluvias son recolectadas y se usan para el consumo y otros menesteres.

Los habitantes de López de Micay no se enfadan cuando llueve, al contrario, agradecen que eso suceda porque es la única manera de contar con agua en sus casas, porque como es costumbre de los gobiernos de siempre, esta población solo es nombrada por la lluvia, porque generalmente es ignorada por todos.