El miedo a confiar en los demás tiene nombre propio, se llama Pisantrofobia

Seguramente habrás pasado en algún momento de tu vida por una decepción amorosa o la traición de un ser querido, ya sea un amigo o familiar, y esto, probablemente, hizo que confiar en los demás se convirtiera en una de las tareas más difíciles. 

Es posible que esta sea una consecuencia del dolor que tuviste que padecer, sin embargo, debes prestar atención pues podría tratarse de una Pisantrofobia.

¿Qué es Pisantrofobia?

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Se trata de una enfermedad psicológica desarrollada luego de vivenciar experiencias traumáticas pasadas que marcaron tanto tu vida, que te convirtieron en una persona reacia a confiar en su prójimo, por el miedo a ser lastimada nuevamente. Esto se ve reflejado en un miedo irracional a conformar una relación íntima o personal con los demás.

Los síntomas comienzan desde pensar que todo el mundo te decepcionará o traicionará en algún momento, hasta sentirte completamente infeliz por presentir que nunca lograrás ser feliz y que te espera una larga vida solo. 

¿Cómo actúa un pisantrofóbico?

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Las consecuencias de este parecimiento no solo se ven reflejadas a nivel emocional, pues rápidamente comienzan a influir en todos los ámbitos de la vida de la persona, ya sea a nivel laboral, familiar o socio-cultural. Su conducta es siempre la misma:

• Evitan integrarse en actividades que requieran de un contacto demasiado cercano a nivel interpersonal, por miedo a las críticas, a ser juzgado, al rechazo o a la traición.
• Intentan no mantener relaciones íntimas por temor a ser decepcionado nuevamente, por lo tanto, no esperan encontrar pareja pues sienten que en algún momento les fallarán y volverán al papel de víctima.
• No arriesgan su vida emocional, por ende, no se comprometen afectivamente con nadie, y no se abren demasiado ante los demás. Por esta razón, suelen ser considerados como personas solitarias y reservadas.

¿Cuál es la solución?

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La confianza debe reconstruirse poco a poco, pues no es algo que regrese de un momento a otro, por ello, es importante buscar la ayuda de un profesional. Los psicólogos son un gran apoyo en estos casos pues pueden ayudar a sanar heridas. 

Se debe construir un proceso de duelo, en donde es necesario asimilar el dolor y no huir de los sentimientos evidentes. Tampoco es recomendable minimizar el problema o hacer como si no existiera.

Tiempo y descanso, eso es lo que se debe tomar. Las emociones deben estabilizarse, por lo cual no es recomendable involucrarse sentimentalmente con nadie hasta estar completamente sano, pues pueden surgir traumas pasados.

Se deben aceptar situaciones cotidianas que requieren confiar en otro, esto se puede hacer delegando funciones que incrementen la seguridad en otras personas.