7 consejos para acabar con los piojos y liendres
Cuando tus hijos se rascan la cabeza frecuentemente, ¿les has revisado a ver si tienen piojos? ¡Sí, piojos y liendres! Una de las pesadillas de muchos padres que tienen hijos en edad escolar. En Vida y Salud te damos algunos consejos para que reacciones rápido y te deshagas de ellos lo más pronto posible.
Cuando tus hijos se rascan la cabeza frecuentemente, ¿les has revisado a ver si tienen piojos? ¡Sí, piojos y liendres! Una de las pesadillas de muchos padres que tienen hijos en edad escolar. En Vida y Salud te damos algunos consejos para que reacciones rápido y te deshagas de ellos lo más pronto posible.
Los piojos se contagian por contacto directo con alguien que ya los tiene, se pasan por contacto de cabeza a cabeza o al compartir artículos privados como el cepillo del cabello, hebillas, bufandas, gorros o audífonos, entre otros. Se contagian principalmente en las escuelas, pero en la casa también, pues pueden caer a la cama, al sofá, a la alfombra, y cualquier otro miembro de la familia los puede contraer, ¡hasta tú!
Para erradicar los piojos y las liendres (que son los huevos de los piojos) que podrían vivir en las cabezas de los pequeñines de tu familia, sigue estos consejos:
1. Detéctalos rápido. El síntoma inconfundible de los piojos son picazón (comezón) e irritación en el cuero cabelludo de tu hijo. Puedes encontrarlos fácilmente en la línea del cuello y detrás de las orejas. ¿Cómo son? Los piojos son como una semilla de ajonjolí, miden aproximadamente 1/8 de pulgada (3 milímetros). Las liendres son aún más pequeñas y pueden confundirse con caspa.
2. Champú de venta libre. La mejor opción de tratamiento es el champú medicinal, también llamado “pediculicida”, que venden en las farmacias y cuyo ingrediente principal es permetrina o piretrina. Es un tratamiento seguro si lo usas como se indica en las instrucciones. Y para garantizar que todos los piojos o liendres se eliminen, es recomendable repetir el tratamiento 10 días después.
3. Todos a la vez. Antes de iniciar el tratamiento, revisa a todas las personas en tu casa y aplícaselo a todos los que se hayan contagiado al mismo tiempo. Así evitarás que los piojos sigan circulando indefinidamente. Y también avísales en la escuela para que revisen a todos los niños en sus casas. Que no te de miedo confesar que en tu casa hay piojos por miedo a que piensen que tu familia no es aseada, pues se ha descubierto que estos insectos no tienen nada que ver con la higiene. No hay relación.
4. Medicamentos. Si no funciona el champú, consulta con el pediatra. Él o ella te puede recetar medicamentos más fuertes como Malatión, Lindano, Loción de alcohol Benzyl. Pero asegúrate de usar estos medicamentos como te lo indica, ya que pueden tener efectos secundarios.
5. Peine. Si no quieres usar medicamentos, también puedes deshacerte de los piojos como antes. Mójale el cabello a tu hijo y usa un peine especial, de dientes pequeños y juntos (búscalos en las farmacias). Pásalo por todo el cabello con mucha calma, parte por parte, arrastrando todos los piojos y liendres que encuentres. Repite el tratamiento cada tres o cuatro días, por dos semanas, para asegurarte que no quede nada en la cabeza de tu hijo. ¡No te confíes!
6. Lava. No sólo debes lavar la cabeza de tus hijos, sino todo aquello que haya estado en contacto con ellos en las últimas 48 horas. Comienza por su ropa y sigue con la ropa de cama, lavándolos en agua hirviendo. Aspira todo aquello que tenga tela en la casa como la alfombra, los muebles y hasta las sillas del auto. No tienes que bañar al perro, él no tiene la culpa… se ha comprobado que los piojos de la cabeza no viven en los animales.
7. Guarda en bolsas plásticas. Si hay algunos objetos que no puedes o no quieres lavar, mételos en bolsas plásticas selladas durante dos semanas. Los piojos pueden vivir hasta 2 días por fuera de la cabeza, y las liendres hasta 1 semana. La bolsa impide que se esparzan por la casa y encuentren comida en una nueva cabeza.
Tan pronto veas el primer síntoma, ya sabes qué hacer y actúa rápido. ¡Para librar a tu familia de los piojos!