Los constantes errores que te impiden bajar de peso

Esto puede deberse a ciertos errores que típicamente cometemos. A continuación te contamos cuáles son.

Normalmente las mujeres nos ponemos a hacer dieta sin consultar a ningún especialista y sin recibir el control y seguimiento adecuado. Esto genera que muchas veces cometamos errores con la dieta y que sigamos pautas alimenticias que en lugar de ayudarnos nos perjudican. En el siguiente artículo te contamos cuáles son los típicos errores que cometemos y que boicotean nuestros intentos por adelgazar.

Creer que hay alimentos prohibidos

Esto es un error. No hay comidas que no podamos ingerir cuando estamos a dieta. El secreto está en la cantidad que comemos. Podemos comer chocolate sin engordar, pero si nos comemos toda la barra claro que aumentaremos de peso. Podemos comer comida rápida, pero de vez en cuando y en proporciones pequeñas. Se trata de comer de todo pero en forma equilibrada, cuidando que al total del día no hayamos excedido las 1800 calorías recomendadas para una mujer adulta.

Eliminar el consumo de carbohidratos y proteínas

Ningún intento por bajar de peso da resultado si nos pasamos comiendo sólo verduras y sopas. Lo que se logra eliminando de la dieta las proteínas y carbohidratos es acumular un hambre terrible que después nos hará caer en atracones de comida que son mucho peores. Los carbohidratos y proteínas son necesarios para mantener un peso saludable. Lo que sí es importante es consumirlos en cantidades reducidas y siempre acompañados de verduras. Lo ideal es que nuestro plato contenga un 50% de vegetales, un 25% de proteína (pescado, carne, huevo, etc.) y un 25% de carbohidratos (arroz, pasta, papas, etc.).

Saltarse comidas

Es lo peor que podemos hacer si lo que queremos es bajar de peso. Cuando nuestro cuerpo pasa muchas horas sin recibir alimento, activa un “mecanismo de sobrevivencia”, almacenando las grasas y enlenteciendo el metabolismo, lo que se traduce en que quemamos menos calorías en reposo y engordamos. En cambio, cuando comemos cada 3 o 4 horas en cantidades moderadas, nuestro organismo se mantiene en constante funcionamiento, quemando lo que consumimos y guardando sólo lo necesario.

Por eso es importante que respetemos todas las comidas, partiendo por el desayuno, que debe ser la más importante del día. El almuerzo y la cena también son fundamentales. Por último, incorpora snacks saludables que te ayuden a no llegar con tanto apetito a las comidas: a media mañana y en la tarde toma un yogurt y una pieza de fruta, un sándwich ligero, etc.