Mitos y verdades del sexo: 15 afirmaciones bajo la lupa

La Licenciada Diana M. Resnicoff tomó nota sobre cada una de las "verdades" que se repiten a la hora de hablar de sexo.

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La Licenciada Diana M. Resnicoff tomó nota sobre cada una de las "verdades" que se repiten a la hora de hablar de sexo.

1. Las mujeres son más celosas en lo sexual

Falso. También los hombres son muy celosos, pero no sienten los celos por las mismas razones que los sienten las mujeres.

Según un estudio realizado por dos investigadoras de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, UBA, a las mujeres les molesta más que a los hombres la infidelidad emocional que la sexual (que implica sólo mantener relaciones sexuales con una tercera persona).

¿A qué se debe esa diferencia de género?. Creo que las mujeres tienden más a buscar en el hombre protección y seguridad. Sus celos entonces tienen que ver con la amenaza de perder lo que el hombre les aporta. Por eso, las mujeres perdonan más una aventura. En tanto, a los hombres los desvela más la infidelidad sexual de la mujer pues sienten temor a una paternidad mentirosa, como consecuencia del embarazo que puede resultar de una infidelidad femenina.

2. Los hombres tienen más fantasías sexuales que las mujeres

Falso. Las mujeres fantasean muchísimo sobre sexo, sólo que no lo cuentan. Lo piensan mucho, pero no lo comparten con su pareja y a veces ni siquiera entre amigas. Es cierto que sus fantasías sexuales son bastante distintas a las que se reflejan en el imaginario masculino.

En las de ellas tiene mucha relevancia el contexto del sexo: un lugar agradable, cálido, preparado especialmente para la ocasión; sus fantasías están ligadas al romanticismo y a la seducción.

Las masculinas son mucho más genitales: mucho sexo oral, una mujer activa y “caliente”, sexo anal, observación de partes del cuerpo tales como la cola, los pechos y las caderas, sexo con dos mujeres, etc. Además, en la fantasía del hombre predomina el goce de la mujer, es decir que ver como la mujer goza durante el acto sexual (tomando generalmente como medida del goce la cantidad y calidad de los orgasmos) resulta altamente excitante.

3. Las mujeres pueden llegar al orgasmo sólo con sus fantasías

Verdadero. Es cierto que no es lo más habitual pero algunas mujeres, de acuerdo a ciertas investigaciones, alcanzan su orgasmo con sólo pensar en lograr el éxtasis.

4. Las mujeres son monógamas por naturaleza.

Falso. La monogamia, considerada como la relación de pareja que mantiene un vínculo afectivo y sexual exclusivo dista mucho de ser la elección natural de los seres humanos y de los animales en general.

Al respecto, la antropóloga Margaret Mead sugirió en una ocasión que la monogamia es la más dura de todas las disposiciones maritales humanas. La tendencia biológica en el reino animal y la del ser humano está claramente orientada hacia la poligamia.

Numerosas culturas ancestrales y contemporáneas dan cuenta de esto y a partir de la identificación del ADN, que releva la información genética de las células, se pudo comprobar científicamente que en numerosas especies de aves, consideradas las especies más monógamas en el reino animal, entre el 20 y el 40% de las crías del nido no eran descendencia del padre. A partir de entonces quedo bien establecida la diferencia entre la monogamia social y la sexual.

Al mismo tiempo esto no significa que el adulterio deba ser una conducta inevitable. La gran mayoría de las personas practicaron y practican la monogamia, al menos la monogamia social.

5. Las mujeres pueden tener múltiples orgasmos mientras que los hombres no

Verdadero. Desde el punto de vista fisiológico, algunas mujeres, con estimulación adecuada pueden tener varios orgasmos. Pero esto es una posibilidad de algunas mujeres, no una obligación, y depende de la sensibilidad de cada mujer, el autoconocimiento de su cuerpo, la capacidad de fantasear y de concentrarse en el estímulo sexual, y la habilidad de la pareja. La mayoría de los hombres necesitan un descanso después la eyaculación, y este período puede ir desde pocos minutos a varias horas, según la edad y el estado de ánimo.

6. No existe el punto G

Falso. El punto G existe y se halla ubicado por detrás del hueso púbico, en la cara anterior de la vagina. También se habla del punto G masculino y es una zona que está entre los testículos y el ano, cercana a la próstata.

7. El hombre puede simular su orgasmo

Falso. El hombre puede simular la intensidad del orgasmo. Pero tiene que eyacular. Aunque los orientales suelen practicar técnicas para lograr un orgasmo sin eyacula.

8. Las mujeres alcanzan más fácilmente el orgasmo en la posición del misionero

Falso. La postura del misionero no es muy eficaz porque el clítoris no puede ser estimulado. Además, esta posición es poco efectiva si él penetra profundamente, porque su pubis presiona poco o nada la zona clitoriana; y lo es aún menos si ella le rodea la cintura con sus piernas o las coloca sobre sus hombros. Cuando la mujer está encima del hombre, tiene mejor control sobre el ritmo de la relación.

9. El tamaño del pene no cuenta para el placer femenino

Verdadero. La óptima ejecución sexual de un varón a menudo tiene poco que ver con las dimensiones de su miembro y mucho más con la sensibilidad y capacidad de conectar con su pareja. Incluso, si los hombres les preguntaran a las mujeres lo que opinan del tamaño del pene, se enterarían que hay mujeres a quienes un pene grande las aterra, y muchas otras que no le dan mayor importancia al asunto del tamaño.

10. Cuando un hombre tiene problemas para mantener la erección, la causa es siempre
psicológica

Falso. La disfunción eréctil tiene que ver muchas veces con causas orgánicas, vasculares, neurológicas, metabólicas, etc, no solamente psicológicas.

11. El deseo sexual femenino varía con los años

Falso. El deseo no depende de la edad sino del buen estado de salud, de las hormonas, de una buena relación de pareja, del conocimiento que tienen las personas sobre su función sexual y sobre su compañero/a y de su capacidad para sentirse sexuales en cualquier etapa de sus vidas. Muchas mujeres se sienten más sexys a medida que envejecen: ya no están preocupadas por el embarazo, tienen más confianza en sí mismas, saben mejor lo que les gusta.

12. El deseo sexual masculino disminuye a medida que el varón envejece

Falso. Si bien los niveles de testosterona, la hormona del deseo sexual, disminuyen a medida que el hombre envejece, hay otros factores que influyen. Muchos hombres comienzan a interesarse más en el sexo pues se sienten cómodos con su pareja.

13. Los efectos posteriores al orgasmo son cortos

Falso. Si el encuentro sexual fue realmente placentero, la cantidad de endorfinas producidas por nuestro organismo, la sensación de bienestar durará durante todo el día y aún más.

14. Mantener relaciones sexuales con frecuencia aumenta la fertilidad femenina

Falso. No es que se incremente la fertilidad sino que aumentan las probabilidades de que los espermatozoides encuentren al óvulo y lo fecunden.

15. Mantener relaciones sexuales con frecuencia disminuye las posibilidades del hombre de embarazar a una mujer

Falso. Esto tiene que ver con el mito del ‘agotamiento” de la capacidad espermática del hombre. Pero recordemos que los testículos son como fábricas que están produciendo espermatozoides continuamente.



Licenciada Diana M. Resnicoff
Psicóloga clínica. Sexóloga clínica.


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