Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

9 oraciones de San Gregorio Magno por las almas del purgatorio

9 oraciones fueron escritas por San Gregorio Magno en honor a la Sagrada Pasión y Muerte de Jesucristo; puedes rezarlas por tu alma y aquellas que se encuentran en el purgatorio.

Santo de hoy: reza estas poderosas oraciones por las almas del purgatorio. Foto: Shutterstock
Santo de hoy: reza estas poderosas oraciones por las almas del purgatorio. Foto: Shutterstock

9 oraciones fueron escritas por San Gregorio Magno en honor a la Sagrada Pasión y Muerte de Jesucristo; puedes rezarlas por tu alma y aquellas que se encuentran en el purgatorio.

San Gregorio Magno fue un papa y confesor, quien se dedicó a atender los cuidados espirituales, ayudar a las personas más necesitadas y a propagar la fe en diferentes por lugares; además, también es conocido por algunos escritos morales y pastorales, como los son 9 oraciones en honor a la Sagrada Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo.

Tiempo después, el papa Inocencio VIII concedió indulgencias para quienes realizaran estas 9 oraciones; si las rezaban todos los días, tenían más de 14 mil años de indulgencia, si las rezaban un viernes era el doble, y si las rezaban un viernes santo, 8 indulgencias plenarias. Para quienes no podían leer, debían rezar 20 Padrenuestros y 20 Avemarías frente a la imagen de San Gregorio.

Y es que, aunque para muchos sería innecesario obtener tantos años de indulgencia, el Papa lo mostraba también como un obsequio a las almas del purgatorio, pues muchas almas padecen y son pocas las personas que rezan por ellas, por eso se deben realizar dichas plegarias con frecuencia. Aquí te enseñamos estas 9 oraciones de San Gregorio Magno.

Oración primera

¡Oh Señor mío, Jesucristo! Te adoro pendiente de la cruz, coronada de espinas la cabeza. Te ruego que tu santísima cruz me libre del ángel maligno. Amén. Jesús.

Oración segunda

¡Oh Señor mío, Jesucristo! Te adoro en la cruz herido y llagado, gustando hiel y vinagre. Te ruego  que vuestras llagas sean remedio de mi alma. Amén. Jesús. 

Oración tercera

¡Oh Señor mío, Jesucristo! Por aquella amargura que por mí, miserable pecador, sufriste en la cruz, principalmente en aquella hora cuando tu noble alma salió de tu bendito cuerpo. Te ruego tengas misericordia de mi alma cuando salga de esta vida mortal, guiándola a la vida eterna. Amén, Jesús.

Oración cuarta

¡Oh Señor mío, Jesucristo! Te adoro puesto en el sepulcro, ungido con mirra y ungüentos olorosos. Te ruego que tu muerte sea mi vida. Amén, Jesús.

Oración quinta

¡Oh Señor mío, Jesucristo! Te adoro descendiendo a los infiernos, y librando a los santos Padres cautivos. Te ruego libres mi alma del fuego del infierno. Amén, Jesús.

Oración sexta

¡Oh Señor mío, Jesucristo! Te adoro resucitado de entre los muertos, subiendo a los cielos, y sentado a la derecha de Dios Padre. Te ruego que merezca seguirte hasta entrar en tu Presencia. Amén, Jesús.

La festividad de San Gregorio Magno es cada 3 de septiembre. Foto: Twitter @Santa_Palabra

Oración séptima

¡Oh Señor mío, Jesucristo, pastor bueno! Conserva a los justos, perdona a los pecadores, ten misericordia de todos los infieles, y a mí, pecador, seme propicio. Amén, Jesús.

Oración octava

¡Oh Señor mío, Jesucristo! Te adoro viniendo al juicio, llamando a los justos al Paraíso y condenando a los pecadores. Te ruego que tu santísima pasión me libre de aquellas penas. Amén, Jesús.

Oración novena

¡Oh amantísimo Padre! Te ofrezco la inocente muerte de tu Hijo, y el amor de su Divino Corazón en satisfacción de todas mis culpas y en descuento de las penas que yo, miserable y el más indigno pecador, he merecido por mis pecados, por todos mis prójimos y amigos, vivos y difuntos. Te ruego tengas misericordia de nosotros. Amén, Jesús.

Ofrecimiento

Estas oraciones las ofrezco por los méritos de la pasión y muerte de nuestro Redentor Jesucristo, a quien pido y suplico las reciba por el perdón de mis pecados; y de lo que obtenga, es mi voluntad que Dios Nuestro Señor, aplique, lo que le pareciere ser bastante, para sacar del purgatorio el alma que fuere más de mi obligación, gloria suya y de la Santísima Virgen María, a quien pido y suplico sea mi abogada con su Divina Majestad. Amén, Jesús.