Creyentes aseguran que el fin del mundo se acerca por profecía bíblica que está a punto de cumplirse

A lo largo de nuestra existencia, cientos de creyentes y religiosos que han afirmado tener conexión con energías divinas, han revelado ciertas predicciones en torno a la segunda venida de Jesucristo para reprender la maldad en la humanidad. Estas profecías causan gran asombro y temor en algunas personas por su semejanza con el apocalipsis, ya que al parecer no estaría tan lejos como pensamos. 

El cristianismo define a la Tierra como el “Jardín del edén”, pues en un inicio todo era bello, armónico y rodeado de naturaleza, pero con el tiempo esta descripción se ha ido alejando más y más de la realidad, y hemos sido los mismos seres humanos quienes nos hemos encargado de esto. 

El año pasado, diversas regiones del mundo atravesaron por fuertes periodos de sequía que han puesto en riesgo múltiples ecosistemas, mientras que otros sufrieron tormentas, inundaciones y huracanes, dejando varios destrozos. 

Esto podría significar que estaría a punto de cumplirse una profecía, pues los ríos Tigris y Éufrates, dos de los afluentes más grandes del mundo que proveen el líquido vital a ciudades como Turquía, Irak y Siria, están presentando fuertes sequías, en especial el Éufrates. 

Esta profecía explica que “por boca de Jeremías las aguas de Babilonia se secarían a modo de castigo por su idolatría y que sería tan fuerte que el lugar pasaría a ser de “Creciente Fértil” a “Devastado e Inhabitable””.

Según el Islam, cuando esto ocurra se desatarán pleitos y guerras por revelar tesoros nunca antes vistos. Por otra parte, el libro del Apocalipsis de la creencia cristiana indica que esta sequía será una preparación para la batalla del Armaggedon. 

El libro del la Biblia habla de un sexto ángel que derramó su copa en el gran río para así secar sus aguas y preparar el camino para los reyes del oriente. “Será en ese momento cuando se soltarán a cuatro Ángeles que están atados junto al Éufrates”. 

Más allá de todas estas creencias, la sequía del río Eufrates representa una gran problemática para los pobladores de esta zona, pues la producción de cebada se está viendo afectada desde ya y la generación de energía eléctrica se ha frenado en gran medida por la escasez de agua. 

Aunque a lo largo de la historia esta región ha presentado sequías severas, al cabo de un tiempo recuperaba su caudal. Sin embargo, según la organización holandesa de paz PAX, desde 2020 el “46 % de los pantanales del sur de Irak, incluyendo Huwaizah y Chibayish, sufrieron pérdidas de agua en toda su superficie”.