Abundancia y prosperidad: dos poderosos rituales para salir de deudas

Las deudas, también conocidas como 'culebras', y los problemas financieros son motivos de preocupación y angustia para muchas personas. Aunque la clave para salir de este tipo de apuros es la planificación y la inteligencia financiera, en algunas ocasiones es posible recurrir a la magia para obtener una ayuda extra.

Los creyentes en el esoterismo, las artes místicas y la espiritualidad, saben que existen ingredientes ideales para promover la abundancia y alejar las deudas de nuestro hogar o negocio. A continuación te compartimos dos sencillos pero efectivos rituales con elementos faciales de conseguir que te permitirán acabar con tus problemas financieros.

Amuleto con arroz y clavos de olor 

Elementos

• Una taza de arroz
• Tres monedas 
• Clavos de olor
• Un frasco de vidrio con tapa
• Un vaso con agua 

Paso a paso

1. Lava muy bien el frasco de vidrio para eliminar cualquier impureza.
2. Sécalo con una toalla limpia.
3. Agrega un puñado de arroz mientras visualizas cómo la abundancia y la prosperidad llegan a tu vida.
4. Añade las tres monedas mientras te encomiendas a los seres celestiales o a universo.
5. Toma un puñado de clavos de olor y ponlos en el recipiente junto a los demás ingredientes.
6. Finaliza el ritual llenando el recipiente con agua.
7. Sella muy bien el frasco y ponlo debajo de tu cama o en la puerta de tu negocio durante 7 días.
8. Pasado este tiempo, bota el amuleto lejos de tu entorno. Verás como tus deudas comienzan a irse poco a poco. 

Ritual con hojas de pachulí

Elementos

• Una bolsa negra pequeña de tela
• Tres monedas 
• Tres hojas de pachulí

Paso a paso

1. Toma la bolsa de color negro y guarda las tres monedas en su interior mientras las intencionas con tus manos para que acaben con tus deudas.
2. Añade a la misma bolsa las tres hojas de pachulí y sella muy bien.
3. Si eres mujer, guarda este amuleto del lado del corazón, en tu brasier. Si eres hombre, guárdalo en el bolsillo izquierdo de tu pantalón. 
4. Déjalo ahí durante tres días y pasado este tiempo, entierra la bolsa en el jardín o en una maceta.