Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Lunes Santo: oración para comenzar la Semana Santa

Tras haber pasado el Domingo de Ramos, puedes dar continuidad a la Semana Santa de la mejor manera; por eso te enseñamos una increíble oración para el Lunes Santo.

Semana Santa: poderosa oración para hacer el Lunes Santo. Foto: Shutterstock
Semana Santa: poderosa oración para hacer el Lunes Santo. Foto: Shutterstock

Tras haber pasado el Domingo de Ramos, puedes dar continuidad a la Semana Santa de la mejor manera; por eso te enseñamos una increíble oración para el Lunes Santo.

La Semana Santa es una celebración propia del cristianismo, en la cual se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo; en este tiempo que comienza el Domingo de Ramos se llevan a cabo diferentes liturgias, procesiones y otras tradiciones en diferentes lugares del mundo. Por supuesto, la oración no queda atrás, y durante todo este periodo se intensifica.

Es por esta razón que cada día es especial para ponerse en contacto con Dios, aprovechando la energía y el significado Divino de estas fechas; hoy, precisamente, compartimos contigo una poderosa plegaria perfecta para el segundo día de la Semana Santa: el lunes Santo, la cual fue compartida por el portal ‘Píldoras de Fe’.

Oración del Lunes Santo

Mi Señor, que bueno es saber que escuchas mis súplicas y estás atento a mis necesidades, susurrando constantemente a mi espíritu tu invitación a vencer el miedo y a lanzarme con confianza a enfrentar cada una de mis batallas.

Te pido que siempre pueda tener lucidez para tomar las mejores decisiones y diferenciar lo bueno de lo malo, esforzarme por ser fiel y no dejar que nada me quite las ganas de hacer las cosas bien. Me cuento entre los pecadores que siempre vuelven a caer; reconozco que en algunas ocasiones me faltan fuerzas y te fallo, por eso me humillo ante ti, ante tu poder y clamo por tu compasión.

Como María de Betania, quisiera también ponerme a tus pies y ofrecerte el mejor de mis perfumes, que no es otro que el de hacer obras agradables a ti y alejarme de todo aquello que hace mal a mi alma. Gracias por recibirme una vez más, por cuidarme, por hacerme sentir que soy valioso e importante para ti. Tú eres grande, poderoso, invencible, supremo, glorioso, con un corazón rico en misericordia.

Me siento bendecido porque en tu amor he encontrado esa paz que me invita a luchar con todas mis fuerzas contra el pecado. Con tu presencia rebosante en amor y perdón podré superar toda mala inclinación. Tú tocas las dimensiones de toda mi vida y no haces diferencia entre mi riqueza o pobreza, sino en cuánto amor estoy dispuesto a ofrecer.

Te amo y te entrego mi corazón ahora para que lo renueves con tu amor. A pesar de mis debilidades, en tu nombre, sé que puedo salir adelante sabiéndome consolado en tu amistad y que te pertenezco para siempre. Amén.