Oración a San Antonio Zaccaría por la salud del cuerpo y del alma

San Antonio María Zaccaría fue un sacerdote y médico, ahora conocido como el abogado de los enfermos, quien demostró toda su vida una gran compasión por quienes sufrían alguna enfermedad o malestar, así como por aquellos que estaban desvalidos; de hecho, mientras atendía a los más necesitados, aprovechaba para instruirlos en religión.

Además, fue el fundador de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo o Barnabitas, la cual se empeñó en realizar reformas de las costumbres de los fieles cristianos. Este hombre, en vida hizo que se popularizara la ceremonia de oración de cuarenta horas, incentivó el toque de las campanas de la Iglesia el día viernes, y promovió el uso de sacramentos de altar.

San Antonio Zaccaría siempre aspiró a reproducir la imagen del apóstol Pablo y tuvo una gran devoción por la Virgen María, motivo por el cual logró ser ordenado sacerdote a sus 26 años; no obstante, no pudo llevar a cabo sus labores por mucho tiempo pues falleció a corta edad, más específicamente a sus 37 años de edad por quebrantos en su salud.

Cuando sintió que su encuentro con Dios se acercaba, pidió regresar a su ciudad natal, Cremona, para fallecer entre sus fieles discípulos y su madre, recibiendo sacramento. Hoy te enseñamos una oración dedicada a él para pedir la salud de tu cuerpo y tu alma, compartida por el portal 'Santa Virgen María'.

Oración para por la salud de cuerpo y alma

Señor, que encendiste en el corazón de san Antonio María Zaccaría un ardiente celo por la salvación de sus hermanos. Te pedimos por su intercesión que nos sintamos siempre urgidos a evangelizar a los hombres de nuestro tiempo por amor a Ti.

Querido San Antonio Maria, escucha mi oración. Toma mi ruego y llévalo junto a Dios nuestro Señor. A ti recurro en este día, a tí que has curado a los pobres y a los enfermos y has consagrado tu vida a la salud de las almas, escucha mi humilde y confiado ruego.

Continúa tu obra de médico y sacerdote, pidiéndole a Dios por la curación de las enfermedades físicas y espirituales, a fin de que Dios nos libre del pecado y del mal, con la gran medicina de su Gracia. Intercede por mí para que pueda amar a Dios con alegría, cumplir con fidelidad mis deberes, trabajar generosamente por el bien de mis hermanos y por mi santificación.

Que tu ejemplo de discípulo enamorado de Cristo sea luz para mi camino cristiano, que tu ruego cercano a Dios pida por mi cuerpo y mi alma, para que sea en mí la Santa Voluntad de Dios, que sólo el bien quiere para nosotros. Amén.