Por: Alexandra Méndez • Colombia.com

Oración a Santo Tomás Moro para despertar de buen humor

Santo Tomás Moro es considerado el patrono de los estadistas y políticos.
 

Poderosa oración del buen humor a Santo Tomás Moro. Foto: Shutterstock
Poderosa oración del buen humor a Santo Tomás Moro. Foto: Shutterstock

Santo Tomás Moro es considerado el patrono de los estadistas y políticos.
 

El mundo entero está atravesando por grandes momentos de dificultad. Las múltiples guerras, crisis políticas, desastres naturales que actualmente existen nos están llevando a la pérdida total de la fe, por ello, despertar de buen humor se ha convertido en todo un reto. 

La oración nos ofrece una luz de esperanza y nos ayuda a recuperar la fe en la humanidad. Encomendarnos a Dios y a sus santos diariamente es necesario para llevar una vida en calma, confiando en que los designios del todopoderoso nos llevarán a un mejor futuro. 

Santo Tomás Moro, proclamado por el papa Juan Pablo II como patrono de los estadistas y políticos, según la web del Vaticano, es quien nos ofrece una poderosa petición que podemos elevar al cielo a diario para mejorar nuestro estado de ánimo. 

Este santo, cuyo día se celebra el 22 de junio, representa la fe en Dios, la perseverancia y la esperanza, dado que fue asesinado acusado de traición a la corona por defender su fe, el 6 de julio de 1535.

A continuación te compartimos el rezo que debes realizar con frecuencia para encomendarte a este santo, mejorar tu humor y pedirle a Dios que te llene de fortaleza para afrontar las situaciones difíciles sin dejar de creer. 

Oración del buen humor de Santo Tomás Moro

Concédeme, Señor, una buena digestión,
y también algo que digerir.
 
Concédeme la salud del cuerpo,
con el buen humor necesario para mantenerla.
 
Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar
lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante
el pecado, sino que encuentre el modo de poner
las cosas de nuevo en orden.
 
Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no
permitas que sufra excesivamente por ese ser tan
dominante que se llama: YO.
 
Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás.

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