Salmo 91: La poderosa oración de la mañana para recibir energía positiva

Para aquellas personas creyentes, no hay nada más importante que iniciar el día con una oración de agradecimiento por seguir vivos, por gozar de salud, por poder disfrutar de los seres que más queremos y por sentir la protección del ser supremo que cada día sorprende más con sus maravillosos planes para cada individuo que habita en la tierra.

Si estás leyendo esto es porque eres una de esas personas, y sabemos que para ti la oración en la mañana es un momento sagrado, pues no solo se trata de agradecer, pues también es el espacio perfecto que aprovechas para hacer tus peticiones y súplicas, y para pedir perdón por todos aquellos pecados que has cometido. 

Por ende, hoy traemos un salmo que te encantará, pues será el complemento perfecto para tus oraciones de las primeras horas del día, el cual te ayudará a atraer energías positivas a tu vida, que te serán muy útiles para todo aquello que realices durante el día.

Se trata del Salmo 91, aquel que por mucho tiempo ha sido considerado como uno de los más fuertes y poderosos, pues lo que logra es impresionante, siempre y cuando lo apliques con mucha fe y devoción, los ingredientes perfectos para dicha preparación de éxito; podrás pedir por tu bienestar y el de tus seres cercanos, y por la paz y la armonía en tu vida, todo esto con las palabras perfectas para comunicarte con nuestro Creador.

Poderoso Salmo 91

Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente, dile al señor: “mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza”. Él te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia: te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio.

No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada del día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil a tu derecha, tú estarás fuera de peligro: su lealtad será tu escudo y armadura.

Basta que mires con tus ojos y verás cómo se le paga al impío. Pero tú dices: “mi amparo Señor”, tú has hecho del Altísimo tu asilo. La desgracia no te alcanzará, ni la plaga se acercará a tu tienda, pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus caminos. En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra; andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones.

“Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi nombre conoció. Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver mi salvación”. Amén.

En las mañanas puedes realizar la oración que estás acostumbrado a hacer en la que agradeces, pides perdón y llevas a cabo tus peticiones, con este salmo para que tenga mejores resultados. Además, se recomienda que enciendas una vela azul mientras dices el salmo, así tu camino estará siempre iluminado.