Poderosa oración para pedir un deseo o una gracia especial

Reza hoy para que te sea concedido el deseo o la gracia que tanto necesitas; solicita la intercesión de Santa Catalina de Alejandría con la oración que te enseñamos a continuación.

Oración de hoy: con esta plegaria puedes pedir un deseo o una gracia especial. Foto: Shutterstock
Oración de hoy: con esta plegaria puedes pedir un deseo o una gracia especial. Foto: Shutterstock

Reza hoy para que te sea concedido el deseo o la gracia que tanto necesitas; solicita la intercesión de Santa Catalina de Alejandría con la oración que te enseñamos a continuación.

Se dice que Santa Catalina de Alejandría fue una mujer dotada con sabiduría, la misma que terminó condenándola a la muerte, por quienes no podían soportar su claridad espiritual y gran poder de convencimiento; y es que fue ella quien se atrevió a juzgar y reprender al emperador Maximino, por torturar a los cristianos dejándolo asombrado con sus argumentos sobre la necesidad de la fe cristiana para su salvación.

Fue así como este hombre ordenó que se le encerrara y convocó a los mejores filósofos para que la hicieran dudar de su fe; no obstante, sucedió todo lo contrario, pues ellos se sintieron atraídos por sus palabras y cambiaron sus convicciones, declarando estar dispuestos a ofrecer sus propias vidas por el amor a Cristo.

Teniendo en cuenta que muchos consideraban esta una labor imposible, y aun así ella lo consiguió, puedes solicitar su intercesión ante cualquier situación, para que también pueda ayudarte a obtener cualquier cosa en tu vida; hoy te enseñamos una oración para pedir un deseo o una gracia a ella, compartida por el portal ‘La Historia Sagrada’.

Oración para pedir un deseo o una gracia

¡Oh! Dios y Señor, Padre Nuestro Celestial que te dignaste revelar tu Santa Ley a Moisés en las cumbres del monte Sinaí y que para honrar a tu gloriosa sierva Virgen y Mártir Catalina, hiciste colocar su cuerpo en ese mismo monte, por ministerio de los ángeles, concédenos lo que te pedimos en esta plegaria y también que por sus méritos e intercesión logremos subir al monte santo que es Cristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

A ti, ¡Oh! Santa Virgen, tú que nutriste tu esperanza tan cuidadosamente, que la elevaste a entera confianza, intercede con Dios, a quién alabas, que derrame en el corazón de todos los cristianos este precioso bálsamo y la gracia que te pido en esta plegaria si fuera para mi bien y salvación y conforme a la divina voluntad. (Pedir el deseo o la gracia que se desea alcanzar)

Derramad, pues, ¡Oh! Caritativa Virgen de Alejandría, sobre todos los hombres desde esa Jerusalén dichosa en que habitas, los ardientes destellos de tu caridad, para que amándonos mutuamente y perdonando las injurias de nuestros enemigos pueda alcanzar a Dios, la gracia que vuelvo a solicitarte. (Repetir la petición hecha anteriormente)

Ilustrada y Sabia Princesa, triunfa a nuestra obstinación como triunfaste de los filósofos de Alejandría y alcánzame por tus ruegos la gracia de conocer más íntimamente a nuestro Dios, para amarlo con mayor intensidad si fuere del querer divino y para mi eterna dicha.

Humildísima Virgen Santa Catalina, te pido rendidamente, que me alcances el sublime don de la humildad, para que reconociendo mi miseria vuelva mis ojos a aquel Dios infinitamente Santo a quien tú serviste y honraste con tan preciosa virtud, y alcánzame de Él la gracia que te pido, ya que es tan valiosa tu intercesión que, presentada por ti, no puede negarse a concedérmela.

¡Oh! Gloriosísima Virgen Santa Catalina, por aquel don preciosísimo de la prudencia con que fuiste adornada, alcánzame de la divina bondad, el que sea prudente en escoger y aplicar todos los medios para mi salvación.

Dichosísima Virgen Catalina, desde ese trono de Gloria en que habitas cantando dulcemente las alabanzas del Señor, protege a tus devotos, alcánzame de tu divino esposo la virtud de la fortaleza para que pueda vencer a mis enemigos poniéndome a cubierto con esta preciosa virtud en todos los combates contra el enemigo, en todas nuestras tentaciones y peligros.

Esfuerza hoy tu voz virginal hasta que resuene en el trono del Omnipotente; suplícale interponga los méritos de tu esclarecida pureza y de todas tus virtudes, para que me hagas fiel imitador tuyo, y por favor reina y santa mía no dejes de suplicar hasta que mi petición sea concedida. Amén.