Emprendimientos de mujeres indígenas darían frutos para ponerle la cara al desempleo

El próximo 5 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena, un día para visibilizar el rol fundamental que juegan las mujeres indígenas en la importante tarea de mantener y defender la identidad de sus pueblos en todos los lugares en los que habitan, en el hogar y la familia, así como en el espacio político, social, económico y cultural, es por eso que diferentes ONG buscan que estas comunidades puedan prosperar pero sin perder sus tradiciones o tener que llegar hasta las ciudades. 

E países como Chile, con este mismo propósito en el pasado mes de abril se realizó un evento en el que las mujeres indígenas pudieron participar en nuevos mercados, recibieron capacitaciones sobre el fortalecimiento de sus negocios y se integraron en forma colaborativa en el Programa Originarias de ONU Mujeres que cuenta con el apoyo de TECK “Conectando Negocios”.

Esta es una plataforma en donde están reunidas más de 300 emprendedoras y empresarias de diferentes pueblos indígenas del país y propone ser un espacio donde la tecnología está al servicio de los negocios de las mujeres indígenas sin que tengan que abandonar sus hogares. 

Es muy relevante el apoyo a las mujeres indígenas porque con el crecimiento de sus emprendimientos se vería muy beneficiada la economía del país e incluso podrían bajar los índices de desempleo, privilegiando el vínculo entre personas y el enriquecimiento cultural, compartiendo saberes, experiencias, integrando lo individual y lo colectivo.

Néstor Fabio García o “Kiro”, un trabajador social y académico especializado en las etnias indígenas que habló con el medio La República, reveló que “las mujeres indígenas son reconocidas como las protectoras y guardianas de los valores culturales y las garantes de la permanencia de sus pueblos”. 

Pero usualmente laborar para ellas es complicado por lo que sus emprendimientos son un paso adelante en la libertad financiera con la que podrán ayudar en sus hogares: “ellas tienen muy pocas oportunidades para acceder al mercado laboral, dificultades geográficas y económicas singulares para tener acceso a servicios de salud y educación, acceso limitado a programas y servicios sociales, tasas elevadas de analfabetismo, escasa participación en el proceso político y marginación social. La exclusión política, social y económica de las mujeres indígenas contribuye a una situación permanente de discriminación estructural”.