Belleza en la era digital: Desafíos para adaptarse a las nuevas tendencia y generaciones

Las redes sociales han cambiado completamente el concepto de belleza que las personas tenían hace muchos años, teniendo un impacto significativo en la percepción y el concepto de belleza y esto debido a que plataformas como Instagram, TikTok y YouTube, promueven estándares estéticos idealizados a través de edición de fotos y cuerpos perfectos, pero además de filtros de belleza que pueden distorsionar la imagen corporal y la autoestima de las personas.

Lo cierto es que hoy en día los consumidores más jóvenes, atraídos por este tipo de productos, están cambiando sus hábitos de compra, además de todo dejándose llevar por lo que está de moda. Este fenómeno va más allá y es que afecta a la edad de las personas y cómo quieren entrar desde muy jóvenes a una cultura de cuidados fáciles y procedimientos estéticos.

Allí es donde entra un tema de marketing complejo porque además de que esto afecta la percepción de la gente sobre sí mismos, lo cierto es que afecta el mercado y esto se puede ver de forma positiva o negativa, por ejemplo ahora los más jóvenes, adolescentes e incluso preadolescentes, son los clientes más recurrentes de marcas cómo Sephora y Ulta.

Según medio como Infobae, los analistas del sector afirman que, a medida que las tiendas de belleza atraigan a una nueva generación de compradores, tendrán que asegurarse de que la experiencia siga siendo satisfactoria para sus clientes de más edad, incluidos algunos a los que no les gusten las tiendas llenas de preadolescentes y adolescentes.

No obstante, algunos dermatólogos cuestionan la necesidad de todos los productos de cuidado de la piel y maquillaje que las jóvenes consumidoras adquieren, pues hacen énfasis en que en esta etapa de la vida la piel es sensible, y el uso excesivo de productos puede provocar irritación cutánea.

Un punto muy importante es que todo esto es producto del constante bombardeo de imágenes retocadas y modelos perfectos que puede generar presiones sociales y emocionales, llevando a los más jóvenes a una búsqueda incesante de la perfección estética y queriendo verse cómo las personas que promocionan estos productos en las mismas redes sociales.