Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración a la Virgen de la Candelaria para peticiones difíciles, casi imposibles

Si atraviesas por una situación muy difícil, y consideras que es casi imposible, haz tu petición de ayuda a la Virgen de la Candelaria con la oración que hoy te enseñamos.

Nada es imposible: reza esta oración para hacer tus peticiones más difíciles. Foto: Shutterstock
Nada es imposible: reza esta oración para hacer tus peticiones más difíciles. Foto: Shutterstock

Si atraviesas por una situación muy difícil, y consideras que es casi imposible, haz tu petición de ayuda a la Virgen de la Candelaria con la oración que hoy te enseñamos.

Cada 2 de febrero se celebra la festividad de la Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de la Candelaria, declarada en el año 2014 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la UNESCO. Fue en el año 1392 que se apareció en frente de unos pastores, con una vela en su mano izquierda y un niño en su brazo derecho, quien cargaba un pájaro e oro.

En casi toda América Latina se le venera y se acude a ella para obtener ayuda en diversas situaciones; puedes aprovechar para encomendarte a ella, especialmente ante casos muy difíciles, casi imposibles, con la oración que te enseñamos hoy, compartida por el portal ‘Oraciones Milagrosas y Poderosas’.

Oración para peticiones muy difíciles

Virgen de la Candelaria, Reina de los Ángeles y Santos, Madre que sabes dar consuelo a los que padecen aflicción y aportas paz en la tribulación y descanso en la necesidad, ansío gozar de la alegría de tu beatifica asistencia y sentir tu llama amorosa para que sea más fácil mi vivir.

Oh Madre Santa, aspiro a ocupar un lugar en tu Corazón, quiero experimentar esa caridad tan pura que guardas en él para estar a salvo de la oscuridad y llenarme de paz; rezo y espero en Ti, tengo gran necesidad de Ti, entra en mi vida, entra en mí, para que vea con claridad, amplía mis horizontes, aligera mis fatigas, hazme una persona de bien, buena y servicial para que mi voluntad y mis pensamientos vayan a Dios y sepa transmitir al prójimo afecto, optimismo y caridad.

Oh Virgen Santísima de la Candelaria emperatriz soberana y verdadera luz de la humanidad, que nos trazas camino seguro a las efusiones divinas; oh Madre Inmaculada del Divino Niño Dios que eres sol radiante, faro y estrella, que guías todo lo creado, y en toda ocasión nos ofreces tu encendida candela del amor para favorecernos y envolvernos con tu fiel resplandor.

Hoy lleno de fervor me inclino ante tu sacratísima Imagen para venerarte, para decirte lo mucho que te adoro y agradecerte toda la atención que de continuo me das, pues, por ser eficaz tesorera de todas las gracias, con misericordia reanimas los corazones abatidos, nos libras de cualquier mal y nos llenas de bienes.

Ante Ti llego con la confianza y humildad de hijo-a tuyo, pidiendo me acompañes con tu bienestar celestial, que es símbolo de la verdadera grandeza que posees, y no permitas que mis penas se alarguen por más tiempo. Tú que ves mis intranquilidades e infortunios, haz que venga a mí tu poderoso amparo y patrocinio; son tan graves mis problemas que solo un milagro puede hacer que respire calma y esté libre de preocupaciones.

Oh, dulcísima Virgen de la Candelaria, Tú que has manifestado el poderío de tu intercesión obrando miles y miles de milagros y prodigios, haz que sean escuchadas estas mis sentidas suplicas, Tú que con afabilidad conviertes en posible lo imposible consígueme con tus vigorosas influencias este favor tan especial que solicito de mi Dios y Señor, por favor que vea en breve cumplidos estos mis deseos que con tanta fe y viva esperanza deposito en tus manos: (ahora guarda silencio durante unos segundos y pide desde lo más íntimo de tu ser la ayuda que precisas).

Mi adorada Virgen María, a quien nunca se invoca en vano, Tú que eres nuestra muralla de protección ante la maldad, danos palabras de vida, danos fortaleza ante la adversidad, alcánzanos afable Señora la sanidad del cuerpo y del alma, la solución en nuestras carencias y problemas, y torna en vigor nuestra indefensión ante lo que nos daña.

Que tu llama siempre viva se mantenga propicia para todos y nos sirva de aliciente para avanzar con paso firme, que tu mirada pura y limpia afiance mi esperanza y me ayude a confiar siempre en la bondad del Verbo divino.

Sé siempre y en toda ocasión remedio para nuestras heridas y haz que guiados por la plenitud de tus inspiraciones resucitemos de la muerte del pecado a la vida de la gloria, y porque nos amas y deseas para nosotros todo lo mejor, consigue que la Divina Providencia nos sea propicia y nos conceda lo que esperanzados pedimos en esta oración que yo en agradecimiento cuando llegue a tus pies no cesaré de cantar tus bondades por toda la eternidad. Así sea.